Algunos estadounidenses están tomando medidas extremas para protegerse de la pandemia mundial del covid-19. El columnista Chris Sweeney reportó la historia de la pareja Gembala, que se mudó con sus dos hijas a un antiguo búnker militar de concreto y acero en Dakota del Sur. En el lugar hay 575 búnkeres de este tipo que en el siglo pasado se utilizaban para almacenar bombas y municiones.
Lo compraron hace tres años y se mudaron allí la semana pasada al ver la rápida propagación del coronavirus en el país. «No fue una idea que salió de la nada. Nuestra hija sufrió un horrible accidente hace algunos años y como padres nos dimos cuenta de que no se puede controlar todo», relató Michael Gembala, quien dirige su propia pequeña empresa de construcción en Indiana.
«Pudimos ver cómo la vida puede cambiar drásticamente y rápidamente, e investigamos qué podríamos hacer para prepararnos si algo sucediera en el mundo, para poder proteger a nuestros hijos y a nuestra familia. Tiene sentido tener seguro de vida, seguro de automóvil y tiene sentido para nosotros tener un seguro total», compartió Michael.
La familia escogió un «momento perfecto» para salir porque lograron irse de Indiana «unas pocas horas antes de que el estado emitiera la orden de quedarse en casa». «Estamos en uno de los lugares más seguros en los que puede estar en el medio de la nada, y solo hay unos 100 casos [de covid-19] en todo el estado», dijo Gembala.
Los Gembala tienen sus propios suministros de energía (generadores solares, eólicos, diésel) y agua corriente, y suficientes alimentos secos y enlatados para sobrevivir al menos dos años.
Los Gembala no son los únicos que buscan proteger a su familia en tiempos de incertidumbre. La empresa Vivos Group, que administra y vende refugios subterráneos por 35.000 dólares, reporta que las ventas aumentaron un 500 por ciento en comparación con el año pasado.
«Creo que la gente tiene la falsa seguridad de que el Gobierno va a salvar a todas y cada una de las personas, pero eso no va a suceder. Ningún Gobierno podrá hacerlo. (…) La gente realmente no ve la realidad como debería», dice Gembala, que asegura también que «el mundo no estaba preparado para esto». «No creo que el mundo vaya a ser el mismo después de esto tampoco», continuó.