Una investigación sobre el raro meteorito Winchcombe, que cayó en el Reino Unido en febrero de este año, sugiere que la roca espacial se remonta al comienzo del sistema solar, hace 4.500 millones de años y que podría guardar secretos sobre los orígenes de los océanos y la vida en la Tierra.
Desde su caída, equipos de científicos, financiados por el Consejo de Instalaciones de Ciencia y Tecnología y dirigidos por el Museo de Historia Natural de Londres, comenzaron rápidamente la búsqueda de signos de agua y sustancias orgánicas en Winchcombe antes de sufrir posibles alteraciones.
La doctora Queenie Chan de la Universidad de Londres, expresó que, «estudiar el meteorito solo unas semanas después de la caída, antes de cualquier contaminación terrestre significativa, señala que realmente estamos mirando hacia atrás en el tiempo a los ingredientes presentes en el nacimiento del sistema solar y aprendiendo cómo se unieron para formar planetas como la Tierra».
Los análisis iniciales del meteorito Winchcombe, que lo califican como miembro de las condritas carbonáceas (CM), «similar a Mighei», en referencia a un tipo particular de meteorito que se encontró en Ucrania a fines del siglo XIX, ahora han sido aprobados formalmente por la Sociedad Meteorítica.
Según esta clasificación formal, se concluyó que el material de gris oscuro a negro encontrado en el condado inglés Gloucestershire, se reconoce absolutamente como de naturaleza meteorítica. Winchcombe, tiene una composición pedregosa, rica en materia orgánica y agua.
Por su parte, la doctora Sarah McMullan del Departamento de Ciencias e Ingeniería de la Tierra de Imperial, mencionó que «este es el primer meteorito observado y recuperado en el Reino Unido durante 30 años. Encontrar un meteorito tan grande y tan rápido, sin una contaminación terrestre significativa, es un éxito tan raro y enorme para comprender cómo los ingredientes del sistema solar se combinaron para crear nuestros planetas».
Una pieza recuperada de Winchcombe durante una búsqueda organizada por la comunidad científica planetaria del Reino Unido se encuentra en exhibición pública en el Museo de Historia Natural de Londres.