Para muchos la tecnología es un hobby al que le tienen mucho cariño y la quieren tener la mayor cantidad de tiempo posible cerca. Un ejemplo es Jacob Wright, un ingeniero de software que protagonizó una peculiar situación el día de su boda, en la que uso los Apple Vision Pro.
La historia se dio el 10 de febrero de 2024, en las montañas de Utah, cuando Wright contrajo matrimonio con su novia, Cambree. Durante la fiesta, el ingeniero decidió empezar a usar los lentes de realidad aumentada, creando uno de los momentos virales del año. Aunque la reacción de su pareja no se quedó atrás.
Según cuentan quienes estuvieron en la boda, Jacob se puso los visores de un momento a otro, durante una de las sesiones de fotos, mientras su novia seguía luciendo el vestido y sostenía el ramo de flores. La imagen no solo se viralizó por el contraste de la situación, sino por la expresión de la mujer, que parecía estar muy molesta.
En una entrevista días después de la ceremonia, Cambree explicó su reacción ante la decisión de su esposo de usar los anteojos en un momento tan significativo como su boda.
“En la foto parece más molesta de lo que realmente estaba. Me dijo: ‘oye, cariño, ¿podemos tomar fotografías con las Apple Vision Pro?’ Probablemente me preguntó dos o tres veces. Yo estaba como: ‘No, no, no, tenemos que esperar, tenemos que esperar’. Y luego me doy vuelta un minuto y las tiene puestas”, contó a SFGate.
Aunque en la imagen se le ve muy molesta, ella misma dejó claro que no estaba tan enfada, ya que está acostumbrada a que él las use continuamente en su día a día, aunque no esperaba que justo se las pusiera durante las fotos en la boda.
Durante una entrevista con Futurism, Jacob explicó que siempre lleva los Vision Pro en su mochila y que aprovechó un momento en el que los invitados estaban distraídos para ponerse los anteojos.
Aunque después de esta situación seguramente que quedará una lección para continuar con su relación, ya que Cambree admitió que aunque permite a su pareja usar los Vision Pro continuamente, pero prefiere evitar mirarlo cuando los lleva puestos porque le resulta “un poco espeluznante y extraño”.