Hace más de una década pasar una canción, un ringtone, una imagen o un video de celular a celular era una tarea titánica. Ambos teléfonos debían estar pegados durante varios minutos, sin poder moverse, para que el infrarrojo hiciera el proceso. Una práctica que hoy no existe, pero eso no quiere decir que esta tecnología haya muerto.
Las fabricantes de dispositivos móviles encontraron alternativas más ágiles para que los usuarios transfieran sus archivos como Bluetooth, Nerby o los sistemas de guardado en la nube. Pero otras industrias como la medicina, la seguridad y los electrodomésticos aún mantienen el infrarrojo en sus productos.
Características de los rayos infrarrojos
La existencia de esta tecnología fue descubierta en el siglo XIX por William Herschel, astrónomo alemán, quien también encontró el planeta Urano. Por lo que durante varios pasajes de la historia de la humanidad ha sido implementada de diferentes maneras.
La radiación infrarroja forma parte del espectro electromagnético, pero posee una menor longitud de onda que la luz visible, es decir que el ojo humano no es capaz de captarla al estar fuera de su rango de visión, como sucede con la luz ultravioleta.
Aunque no puedan ser vistos, los rayos los siente la piel, por el calor que producen, como el caso de la luz del sol y esa característica es aprovechada por muchos científicos para tratamientos médicos.
Además, es importante tener en cuenta que todos los cuerpos que tienen una temperatura por encima del cero absoluto emiten ciertos niveles de esta radiación, como por ejemplo, los seres humanos debido al calor corporal.
El infrarrojo aún vive
Por sus características estos rayos tienen un amplio uso en la vida cotidiana. El más frecuente es en los controles remotos de los electrodomésticos como en televisores, equipos de sonido, proyectores, aires acondicionados, entre otros. Por ese motivo muchos de estos dispositivos deben ser controlados con un rango limitado de distancia y sin muchas interferencias que corten el tránsito de las ondas.
Otro caso es la visión nocturna, ya que se aprovecha el calor que emiten otros cuerpos para que los dispositivos ópticos los perciban en la oscuridad. Este concepto se traslada a otros aparatos como las cámaras de seguridad.
Durante la pandemia se hizo muy conocido el termometro en forma de pistola. Este elemento apareció en todos los escenarios a nivel mundial porque al utilizar radiación infrarroja era capaz de determinar la temperatura corporal de una persona y con esa información las autoridades encontraban alguna anomalía que podía indicar la presencia de covid-19.
En la medicina tiene una gran cantidad de usos, porque hay varios tratamientos para piel, recuperar tejidos, eliminar la presencia de bacterias, superar infecciones, entre otras muchas.
Los astrónomos también sacan provecho de esta tecnología en varios casos como estudiar las nubes moleculares en el espacio, midiendo la radiación de la atmósfera de las estrellas frías y elementos químicos presentes en ellas.
Sin embargo, la exposición excesiva a este tipo de radiación trae contraindicaciones como quemaduras en la piel, lesiones cancerosas, mareos, dermatitis, afectar heridas abiertas y tampoco usar en pacientes con enfermedades cardiovasculares, ni en niños o en zonas como los genitales de los hombres.
