Una gata en el estado malayo de Kelantan sigue visitando cada día la tumba de su dueño, Abdul Aziz Ismail, un hombre que falleció hace 2 años. Después de perder a su amigo, el felino, que responde al nombre de Nana, dejó de comer y no tuvo apetito durante 3 meses.
Norhazlyn Mohd Nozi, hija del fallecido, relató que el animal empezó a acudir al cementerio desde el primer día después de la muerte del hombre. «Cada mañana, después de desayunar, cuando nuestra familia iba a visitar la tumba de mi padre, Nana se nos unía», relató.