El pasado 5 de julio, la NASA superó sus propios límites durante su misión en Marte, cuando logró que el Ingenuity, el helicóptero que acompaña al rover Perseverance, rompiera sus propios récords en el noveno vuelo de este dispositivo y al que los mismos científicos catalogaron como “el vuelo más estresante desde el vuelo 1”.
De hecho, la NASA describió con detalles muy específicos cómo fueron los primeros vuelos del Ingenuity, para no dejar duda de que lo logrado con la novena incursión por los aires es un verdadero reto cumplido:
“Desde el histórico primer vuelo de Ingenuity el 19 de abril, donde flotó a unos 10 pies (3 metros) sobre la superficie marciana durante 30 segundos, hemos estado ampliando progresivamente las capacidades del helicóptero volando más lejos, más rápido y más agresivamente. El Ingenuity ha volado a altitudes de hasta 33 pies (10 metros) y velocidades terrestres de hasta 13 pies (4 metros) por segundo. Cubrió una distancia de 873 pies (266 metros) en el vuelo 4 y permaneció en el aire durante 139,9 segundos en el vuelo 6. Ha navegado entre cinco aeródromos diferentes, tres de los cuales fueron identificados basándose únicamente en imágenes de satélite. Incluso, ha sobrevivido a una anomalía en vuelo mientras intentaba aterrizar a unos 16 pies (5 metros) de su objetivo previsto”.
Sin embargo, para la NASA todo esto podría quedar solo en la anécdota, teniendo en cuenta los logros alcanzados por el Ingenuity en su más reciente vuelo, tanto en distancia recorrida como altura y velocidad; además de un pequeño desvío o atajo que, en términos científicos, representó todo un reto lograr.
“Hicimos algo que solo un vehículo aéreo en Marte podría lograr: tomar un atajo a través de una parte de la región de Séítah y aterrizar en una llanura al sur”
Para pasar a la historia de los viajes en el espacio, los científicos tomaron algunos riesgos que, afortunadamente para ellos y para la NASA, influyeron en que este noveno viaje fuera todo un éxito.
“Batiremos nuestros propios récords de distancia, tiempo en vuelo y velocidad terrestre. Se le indicará a Ingenuity que vuele 2,051 pies (625 metros) a 5 metros (16 pies) por segundo y permanezca en el aire durante aproximadamente 167 segundos”, explicaron en la NASA un día antes de que se concretara la misión.
Ahora bien, superar estos límites no era el único inconveniente que podría tener este vuelo. Teniendo en cuenta que el helicóptero está diseñado para sobrevolar terrenos planos (los mismos que recorre el Perseverance en suelo marciano), al desviarse de su rumbo se cruzó con zonas montañosas y algunos obstáculos que podrían haber interferido en su buen funcionamiento.
Gracias a la ayuda de pilotos calificados y a que la tecnología del Ingenuity reaccionó de buena manera al viaje, la máquina que trabaja prácticamente bajo un sistema bidimensional, supo cómo administrar las imágenes 3D de los obstáculos y ajustarlas a su propio entendimiento.
“Estas pendientes y cambios abruptos en la trayectoria de la pendiente también podían causar desviaciones significativas en el rumbo, ya que las imágenes de terreno inclinadas tomadas por la cámara se interpretaban a bordo utilizando una suposición de terreno plano”, informó la NASA, añadiendo que, “el Ingenuity voló lo suficientemente alto por encima del terreno, por lo que esto no fue un problema”.
Por último, la entidad espacial norteamericana aseguró que este riesgo (afortunadamente exitoso) se tomó porque confiaban en las capacidades del Ingenuity y en la necesidad de superarse a sí mismos en esta importante misión. De hecho, citaron al expresidente de los Estados Unidos Theodore Roosevelt quien dijo:
“Mucho mejor es atreverse a cosas poderosas, ganar gloriosos triunfos, aunque estén marcados por el fracaso (…) que alinearse con esos pobres espíritus que ni disfrutan ni sufren mucho, porque viven en un crepúsculo gris que no sabe ni a victoria ni derrota”.