La compañía SpaceX, liderada por Elon Musk, ha marcado el ritmo con una secuencia impresionante de lanzamientos de cohetes que han iluminado el cielo estadounidense recientemente. Esta oleada de actividad espacial, junto con avances en la tecnología de captura de imágenes, ha generado escenas espectaculares que cautivan tanto a entusiastas de la astronomía como a curiosos de todo tipo.
Esta vez, las cámaras han capturado unas imágenes asombrosas de un rastro de luz discontinuo en el cielo nocturno de Arizona, cortesía de un cohete de SpaceX que había terminado su misión. A diferencia de otros efectos visuales espectaculares atribuidos a fenómenos físicos –como las espirales generadas por el combustible congelado expulsado por los cohetes Falcon 9 o los deslumbrantes agujeros en la atmósfera que simulan auroras boreales– este efecto se logró mediante una ingeniosa técnica fotográfica.
Las fotografías capturadas provienen de dos lanzamientos consecutivos de los cohetes Falcon 9 por SpaceX, realizados el 30 de marzo en un lapso menor a cuatro horas. El primero de estos llevó al espacio un satélite de telecomunicaciones, mientras que el segundo desplegó 23 satélites Starlink, ambos partiendo desde Florida. Tras finalizar su misión, las segundas etapas de los cohetes se desintegraron de forma programada en la atmósfera terrestre.
Múltiples tomas de larga exposición
La captura de estas imágenes se logró gracias a la paciencia y habilidad del fotógrafo Jeremy Perez. Aunque un intento inicial para fotografiar el primer cohete desde Flagstaff, Arizona, se vio frustrado por las nubes, el cielo despejado le permitió capturar el impresionante despliegue del segundo lanzamiento. La técnica de múltiples exposiciones largas utilizada por Pérez transformó el rastro del cohete en una serie de segmentos de luz, creando la ilusión de una línea discontinua.
Pérez describió el fenómeno como un «delicado diente de león cometario» flotando en el aire, una visión que difiere del tono azul captado en las imágenes, ya que en realidad la luz era blanca. Al acercar la imagen, también se revela una segunda línea más definida, creada por la luz de los satélites Starlink a la deriva.
Más allá de la maravilla visual, estos lanzamientos también han generado preocupaciones entre la comunidad científica, especialmente por el creciente número de satélites Starlink en órbita baja terrestre. Según Live Science, esta situación podría oscurecer nuestra capacidad para observar el cosmos. Además, el eventual fracaso de estos satélites y su consiguiente desintegración en la atmósfera superior podría liberar contaminación metálica, planteando posibles riesgos ambientales