Más del 40 por ciento de las especies de insectos del mundo avanza rápidamente hacia su extinción, advirtiendo un colapso catastrófico de los ecosistemas, alerta un estudio publicado por la organización británica The Wildlife Trusts.
Si bien la mayoría de las especies no han visto su fin todavía, son mucho menos abundantes de lo que alguna vez fueron. En la actualidad la masa promedio de pérdida suma 2.5 por ciento del total de insectos a nivel mundial, detalla el profesor de bilogía de la Universidad de Sussex, Reino Unido, Dave Goulson, autor del reporte.
El llamado “apocalipsis inadvertido” muestra que la tasa de extinción de estos insectos es ocho veces más rápida que la de los mamíferos, aves y reptiles.
Goulson detalla que los primeros signos de que una especie está disminuyendo es la tendencia a desaparecer en la periferia de su hábitat. Un ejemplo de ello es el gran abejorro amarillo que anteriormente se encontraba de forma abundante en todo el sur de Reino Unido y ahora solo puede ser encontrado al norte y oeste de Escocia.
En 2018, el Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en ingles) y la Zoological Society of London publicaron el informe “Planeta Vivo” que estima una caída de 60 por ciento de la población total de vertebrados salvajes del mundo (peces, anfibios, reptiles, mamíferos y aves) entre 1970 y 2014.
Si bien la mayor parte de las especies de insectos no están monitoreadas tan intensamente como los mamíferos, la vigilancia de los animales que se alimentan de cierta clase de insectos -como las aves- ha servido para llevar una cuenta de la baja en las poblaciones.
En América del Norte la cantidad de aves insectívoras cayó aproximadamente un 40 por ciento entre 1966 y 2013, mientras en Reino Unido el papamoscas manchado se redujo 93 por ciento entre 1967 y 2016. Además de estas, otras aves comunes que han visto disminuida su población son perdiz (92 por ciento), ruiseñor (93 por ciento) y el pájaro Cuckoo (77 por ciento).
Cabe destacar que el estudio de los insectos es mucho menor que el de los vertebrados, y que, de la mayoría de los millones de especies que hasta ahora han sido clasificados, hay otros cuatro millones aproximadamente de los que no se sabe nada de su biología, distribución o abundancia.