Un equipo internacional de investigadores, liderado por arqueólogas peruanas y estadounidenses, descubrió dos murales sin «precedentes» de 1.400 años de antigüedad en Pañamarca, un antiguo complejo arquitectónico perteneciente a la cultura mochica ubicado en un afloramiento rocoso del valle bajo de Nepeña, en Ancash (Perú).
Según detalla el proyecto de investigación Paisajes Arqueológicos de Pañamarca, durante la temporada de excavaciones del 2022 se descubrieron dentro de una sala ceremonial dos murales de figuras antropomorfas adornadas con detalles que, se sospecha, podrían arrojar luz sobre la cosmovisión de la antigua civilización.
Los murales, pintados sobre un pilar entre los años 650 y 700, representan a dos hombres de dos caras, una mirando a la izquierda y otra a la derecha, sosteniendo distintos elementos en cada una de sus manos. En ambos, los personajes están ataviados con tocados, ropa colorida con patrones elaborados y cinturones de gran tamaño.
Representaciones antropomorfas sin precedentes
La pintura hallada en la parte superior del pilar sostiene un abanico de plumas en la mano izquierda, mientras que en la mano derecha porta una copa de la que beben cuatro colibríes, elementos que se cree guardan relación con el sacrificio ritual y los reinos cósmicos.
El segundo hombre de dos caras, pintado en la parte baja de la estructura, sujeta un abanico de plumas en una mano y un objeto parecido a un bastón, que solo se conserva parcialmente, en la otra. En opinión de los investigadores, por la forma en la que fueron pintados estos elementos, es posible que los artistas intentaran representar el movimiento.
Del mismo modo, se descubrió una nueva sección de un mural encontrado en la pared noreste del complejo en el 2010. En ella, se hallaron tres figuras: «un personaje portando un elaborado tocado y llevando una porra inusual decorada con una persona con los brazos elevados debajo de un arco-serpiente; una segunda figura portando una bolsa; y una tercera llevando una botella asa estribo con la forma de un animal híbrido», explicaron los expertos.
Hasta la fecha, los científicos estiman que se ha descubierto menos del 10 % de las extensas pinturas hechas en las paredes del complejo de Pañamarca. Sin embargo, destacan que, a medida que continúan las excavaciones, se revelan nuevas pistas para comprender mejor los rituales religiosos, la vida política y la jerarquía social del pueblo moche.