Arqueólogos han descubierto cuatro yacimientos de hace 3.600 años, relacionados con la dinastía Shang, la primera dinastía china de la que se tiene constancia histórica escrita, que se cree que marca el inicio de la civilización y la cultura chinas, informó este martes la Administración Nacional del Patrimonio Cultural de China.
Se encuentran en Pekín y en las provincias de Hebei, Shaanxi y Henan. Se espera que los hallazgos hechos durante las excavaciones arqueológicas arrojen luz sobre la construcción de ciudades antiguas, los sistemas sociales, la etiqueta funeraria y el uso de la artesanía, durante la dinastía Shang.
En el yacimiento de Zhaigou, en el norte de la provincia de Shaanxi, los arqueólogos hallaron nueve tumbas de nobles de alto rango de finales de la dinastía Shang, en las cuales había más de 200 objetos funerarios, tales como accesorios para carros y caballos, un adorno en forma de golondrina con incrustaciones de turquesa, una herramienta de hueso con dibujos de animales también incrustada de turquesa, pendientes de oro en forma de nube, puntas de flecha de cobre, hachas de cobre, conchas marinas, jade y hueso de cocodrilo.
Varias tumbas también fueron encontradas en el yacimiento de Xinggong, en Pekín. Estaban colocadas en orden y orientadas en la misma dirección. En algunas de estas tumbas también fueron hallados objetos que pertenecían a personas de elevado estatus social. Tras el análisis de los restos, los científicos descubrieron que personas de distintos niveles sociales tenían una dieta similar, consistente en mijo y carne. Los objetos recuperados de las tumbas ayudarán a los científicos a entender mejor la estructura política de la dinastía Shang y la división social de aquel periodo.
Además de tumbas, los arqueólogos también realizaron hallazgos relacionados con el urbanismo. Por ejemplo, en el yacimiento de Huanbei Shang, en la provincia de Henan, antigua capital de mediados de la dinastía Shang, los científicos encontraron que una parte de la ciudad estaba rodeada de zanjas, lo que indica que las murallas no se consideraban la única forma de defender la ciudad.
En el último yacimiento arqueológico, en el sur de la provincia de Hebei, se descubrieron enterramientos, calzadas, zanjas, hornos de cerámica, canales de piedra e hileras de casas. En una de las viviendas los científicos hallaron una estructura interior para la circulación del calor, que funcionaba como un sistema de calefacción doméstica.
