La presidenta de México, Claudia Sheinbaum, volvió a generar polémica tras sus declaraciones sobre la protesta del pasado sábado 15 de noviembre, al asegurar que “había pocos jóvenes” y que la movilización no fue tan numerosa como se observó en redes sociales, donde se aprecia una participación masiva.
A pesar de las imágenes que muestran avenidas repletas de manifestantes, Sheinbaum insistió en que la convocatoria no contó con una presencia significativa de jóvenes y afirmó que la oposición estaría “caldeando los ánimos” para generar un ambiente de confrontación política.
Las declaraciones contrastan con los testimonios ciudadanos y el material difundido desde diversos puntos de la Ciudad de México, donde miles de personas, en su mayoría jóvenes, se reunieron para expresar su descontento. La marcha fue catalogada como una de las concentraciones más grandes registradas recientemente.
Sheinbaum también señaló que detrás de la convocatoria habría intereses partidarios, acusando a sectores de la oposición de aprovechar el clima social para impulsar su agenda. Sin embargo, estas afirmaciones fueron recibidas con críticas por parte de manifestantes, quienes consideran que el gobierno intenta minimizar la magnitud del descontento ante la falta de acción por parte del gobierno de Sheinbaum ante el incremento de la violencia en el país azteca.















