Apple acaba de lanzar una nueva era para la compañía con la introducción de sus primeras funciones de Inteligencia Artificial (IA) generativa para el iPhone; previo al anuncio, Elon Musk dijo que, “Si Apple integra OpenAI a nivel del sistema operativo, los dispositivos Apple estarán prohibidos en mis empresas”, y agregó que esta integración era “una violación de la seguridad inaceptable”, porque la Inteligencia Artificial podría ser usada como espía.
En su Conferencia Mundial de Desarrolladores (WWDC, por sus siglas en inglés), celebrada este lunes, la compañía dio a conocer el primer lote de herramientas impulsadas por la «Inteligencia de Apple»; desde Genmoji, los emoji de Apple generados por IA personalizados, hasta una Siri significativamente más inteligente, que puede responder preguntas sobre tu agenda, qué hay en tu correo electrónico y a qué hora aterriza el vuelo de tu ser querido.
Apple también anunció una asociación con OpenAI, creador de ChatGPT, para potenciar estas funciones. Aunque es probable que la asociación dé a la empresa un impulso muy necesario, el hecho de que Apple se alíe con una empresa y una tecnología que aún no se han ganado la confianza del público, y que se enfrenta a críticas por tomar las entradas de los usuarios e incorporarlas al conjunto de datos de ChatGPT, puede causar algunos problemas en el futuro.
Apple, por otro lado, está adoptando un enfoque muy diferente, diciendo que la mayoría de las funciones de IA se llevarán a cabo en el teléfono, manteniendo las entradas lejos de una nube de servidores lejanos.
Pese a esto, Musk advirtió a los visitantes que acudan a las sedes de sus compañías que, “tendrán que dejar sus dispositivos Apple en la puerta, donde serán guardados en una jaula de Faraday”, esto que es una caja con campo electromagnético para interrumpir comunicaciones y así evitar la sustracción de información.