Un cosmético de la Edad del Bronce descubierto por arqueólogos en 2001 en Jiroft, al sureste de Irán, podría ser la sustancia colorante para labios más antigua conocida hasta la fecha, según un estudio del hallazgo publicado este mes en la revista Scientific Reports.
Aquel año, el río Halil inundó varios cementerios del tercer milenio a. C. en el sureste de Irán, haciendo que varios objetos enterrados emergieran a la superficie.
Entre las piezas arqueológicas que fueron enviadas posteriormente al Museo Arqueológico de Jiroft figuraba un frasco de clorita adornado que contenía una sustancia roja.
Según la datación por radiocarbono, la antigüedad del frasco es de hasta 3.500 años (3.490 ± 45 años), situándose en el intervalo de 1936-1687 a.C., y su contenido no difiere mucho de la receta del lápiz labial moderno.
El tubo, fabricado en clorita verdosa decorada con finas incisiones, tiene la misma forma cilíndrica que los pintalabios modernos, de tal forma que, probablemente, se sostenía con una mano, permitiendo levantar con la otra un espejo de cobre o bronce.
«La sustancia que extrajimos del vial era muy oscura y en polvo», señaló a Live Science el autor principal del estudio, Massimo Vidale, arqueólogo de la Universidad de Padua en Italia.
«Este recipiente, hecho de fina roca verde clorítica, replica la forma de un segmento de caña de pantano; la gente cortaba entonces las cañas en segmentos para usarlos como contenedores baratos [para] su uso diario. Pero en este caso, el recipiente está hecho de una piedra elegante y valiosa», detalló.
El análisis químico mostró que el componente principal de la barra de labios era la hematita, un mineral rojo brillante molido en polvo. Para el oscurecimiento añadieron manganita (forma mineral del oxihidróxido de manganeso), braunita, así como galena y anglesita. En la mezcla, los científicos también hallaron fibras vegetales, que, probablemente, se utilizaban para dar sabor al lápiz labial.
Además, los investigadores encontraron restos de cuarzo, que podría haber sido utilizado para añadir brillo o templar la pasta.
«En la actualidad, podría ser la pintura de labios más antigua que conocemos», afirmó Vidale. «Aunque espero que otros colegas identifiquen pronto ejemplos más antiguos», aventuró el arqueólogo.
Pese a los limitados datos históricos, el hallazgo sugiere el desarrollo temprano de prácticas cosméticas anteriores a las del antiguo Egipto.