El director ejecutivo de Tesla, Elon Musk, vendió al menos 3.950 millones de dólares en acciones del fabricante de vehículos eléctricos pocos días después del cierre de su compra de Twitter, informa Bloomberg.
Según las presentaciones ante la Comisión de Bolsa y Valores, el magnate vendió 19,5 millones de acciones de la compañía automotriz. Esta última operación eleva el valor total de las acciones vendidas por Musk a aproximadamente 36.000 millones de dólares.
El pasado 9 de agosto, Musk dijo a sus seguidores que había terminado de vender acciones para financiar su entonces potencial acuerdo de adquisición de Twitter. «En el caso (esperemos que sea poco probable) de que Twitter obligue a cerrar este acuerdo y algunos socios de capital no lo logren, es importante evitar una venta de emergencia de acciones de Tesla», señaló en un tuit.
Mientras tanto, los inversores están preocupados por la posibilidad de que, debido a la compra de Twitter, Musk no preste suficiente tiempo y atención a su negocio principal, lo que ha provocado la caída de las acciones de Tesla. La compañía ya ha perdido casi la mitad de su valor de mercado.
«Parece que Elon Musk está pasando el 100 % de su tiempo en Twitter y, ya sabes, [la plataforma] podría necesitar más capital», ironizó Jay Hatfield, de Infrastructure Capital Management.
A fines de octubre, el magnate cerró finalmente un acuerdo de 44.000 millones para la compra de Twitter.
Al parecer, el multimillonario ha cifrado realmente grandes esperanzas en la plataforma y afirma que podría convertirse en una de las compañías más valiosas del mundo, a pesar de que actualmente ha perdido una gran cantidad de ingresos, circunstancia que Musk achaca a activistas que presionan a los anunciantes para que dejen de invertir. En consecuencia, y para tratar de disminuir los costos, el empresario anunció despidos masivos y eliminó los días de descanso extra para aquellos que conserven sus puestos.
Pese a todo ello, Musk sigue siendo la persona más rica del mundo con un patrimonio neto de cerca de 200.000 millones de dólares, según Forbes.
