La fama de Apple más allá de su hogar en California, ha inspirado a coleccionistas de todo el mundo a adquirir algo icónico en su honor. Incluso en Europa, un coleccionista privado abrió su propio museo en honor a la manzana mordida. También, en latitudes cercanas se exhibe una pieza con el famoso logo, pero a diferencia de la mayoría es reconocida como uno de los mayores fiascos en la historia de la firma.
La incursión de Apple en la industria del gaming no es un objetivo nuevo. En 1995 hizo uno de sus primeros intentos, al comercializar una consola de videojuegos a la que le fue tan pero tan mal, que hoy ocupa un lugar privilegiado en el Museo del Fracaso en Suecia.
El fracaso que tiene un lugar en un museo
En si, la consola no fue diseñada por Apple. El objetivo era licenciar la tecnología a terceros, en un modelo similar a la 3DO Interactive Multiplayer de Panasonic. Sin embargo, su precio y juegos limitadas con respecto a la competencia, no calaron en el público de Estados Unidos y Japón, como los únicos mercados en los que se comercializó.
Exactamente, se vendieron 42.000 consolas, por lo cual y a pesar de su desempeño es una pieza codiciada entre coleccionistas. Un año después de su lanzamiento la Pippin fue retirada del mercado, y Apple cayó en uno de sus peores períodos antes del regreso de Steve Jobs, pero eso es otra historia.
Lo cierto es que la falta de oportunidad de la Pippin consola la convirtieron en un invento digno de estar en el Museo del Fracaso. El Museo del Fracaso está en Suecia y destaca más de 150 productos fallidos del mundo de la tecnología, el diseño y hasta de la gastronomía.
Actualmente, ofrece una exposición itinerante mundial, que este año visitará algunos países como Canadá. Y por supuesto presenta una exhibición de más de 100 innovaciones fallidas de las principales marcas, incluidas Apple, Amazon, Nintendo y más. Desde el Segway hasta Google Glass.
Escoger cuál de todos es el peor invento no es tarea fácil, pero una reciente publicación en Twitter se arriesgó a ponderar algunos, como compartimos a continuación:
Por qué fracaso Apple Pippin
Para los primeros meses de vida de la Pippin ya había consolas mucho más exitosas y masivas, que concentraron la industria del videojuego: PlayStation, Nintendo 64, llegada el año posterior; o la Sega Saturn, más asentada. Todas ellas mucho más baratas.
El astuto lector se habrá dado cuenta de la paradoja: la Sega Saturn fue su rival coetánea, ni siquiera la Dreamcast, muy posterior. Sin embargo, la Dreamcast es la considerada como primera consola capaz de conectarse a Internet para jugar online contra otras personas. Pippin, como mínimo, ofrecía un módem integrado.
El catálogo de Pippin apenas llegó a una treintena de títulos, la mayoría con el sello Bandai, y eso sí, multitud de accesorios, además de otros “títulos” que llegaban al centenar pero eran más productos educativos que juegos como tal. Nada de esto impidió su fracaso.
Aunque anteriormente hubo algún producto de cierto éxito en la industria del videojuego con el sello de la empresa de Cupertino, como el Apple II, este fue la primera gran incursión de Apple en el mundo de los videojuegos. Y su primer gran fracaso.
Casi tres décadas después de su lanzamiento original, Apple sigue condenada en la industria del videojuego: aunque gana muchísimo dinero con ellos gracias a las compras in-app de los juegos conecta-3, batalla por turnos y similares que poblan la App Store, tiene una relevancia prácticamente nula frente a Sony, Microsoft, Nintendo, Electronic Arts y compañía.