Jornada 24 de la Serie A y Derby Della Madonnina en el Giuseppe Meazza. Inter y Milan medían sus fuerzas en la vuelta del «Calcio» tras el parón de selecciones en un partido entre el líder y el tercer clasificado. Una distancia de 4 puntos, aunque con un partido menos el cuadro nerazzurri, que podía aumentarse o verse rebajada al término de los noventa minutos.
La fórmula Inzaghi funciona
Duelo de altura entre dos grandes de Italia que salieron con las ganas propias que genera un partido de este calibre. Fueron los de Stefano Pioli los que salieron con un ritmo más alto y comenzaron proponiendo un juego que pronto trataron de cambiar los de Inzaghi. Y la mejor manera de hacerlo fue metiendo miedo porque en la primera llegada interista Dumfries se elevó sobre Theo Hernández y cabeceó a gol. Pero el tanto no subió al marcador por posición ilegal.
El Milan no se arrugó y siguió apostando por un juego directo y rápido al que el Inter reaccionó con contundencia. El partido se convirtió entonces en un derby de los clásicos, repleto de entradas de todos los colores y tipos que caían de cualquiera de las dos partes. Pero en ese entramado había un equipo que estaba haciendo daño cada vez que salía al contragolpe, el Inter.
El conjunto de Inzaghi salía en tromba al ataque cada vez que robaba la pelota en medio campo y la velocidad que le imprimían a las transiciones ofensivas ponía en jaque la defensa milanista. Perišić y Dumfries eran auténticos quebraderos de cabeza para los de Pioli. El neerlandés ya anotó en la primera que tuvo y en la segunda se encontró con un Maignan que salvaba a los suyos con un paradón.
Dumfries había avisado y Perišić, el hombre del partido en la primera mitad, no avisó. Cerca del descanso, en un saque de esquina, el croata fue el más listo de la clase y se deshizo de su marcador para poder conectar un remate con la izquierda que se colaba en la portería. El balón llovió hasta su bota y el croata hizo su trabajo. Se adelantaba el Inter en el minuto 39 y el Milan iba a tener que hacer algo más si quería ganarle al líder.
Porque el gol de Perišić llegó justo en el mejor momento del Milan. Los rossoneri estaban dominando e incluso pudieron adelantarse pero Handanović no quiso quedarse atrás en su duelo con Maignan y voló para frenar el remate de Tonalli que se colaba en la escuadra de no ser por el esloveno. Así que los de Pioli se marchaban a vestuarios con la necesidad de ajustar algo para batir la «Fórmula de Inzaghi».
Remontada rossoneri
El cuadro interista siguió su plan de juego desde el pitido inicial del segundo tiempo. La velocidad en el contragolpe era un arma que le había funcionado para aventajar al Milan así que cambiar el modus operandi no tenía sentido. Y más teniendo un hombre como Brozović que barría en la medular cualquier balón y ejercía como nexo entre la defensa y el ataque nerazzurri.
Los de Pioli se sentían incapaces de hacer daño, su dominio territorial y con balón no se transformaba en llegadas al área ni peligro de gol. Algo que sí sucedía en cada llegada del Inter, fuese clara o no el rum rum del segundo gol sobrevolaba San Siro. Pero ese segundo gol no llegó, el que llegó fue el gol del empate, obra de Giroud tras una pérdida de balón de Alexis Sánchez, uno de los cambios de un Inzaghi que había mandado un paso atrás a su equipo.
El chileno perdió el balón cuando el Inter salía a la contra así que la defensa se quedó desprotegida. Brahim remató desde fuera del área pero el balón rebotó hasta el área pequeña y allí apareció Giroud para meter la pierna y poner el empate en el marcador. El primer remate a puerta de la segunda mitad le servía al Milan para igualar el partido y el encuentro se abría de cara a los últimos minutos.
Pero el Milan no quiso esperar y aprovechó el mazazo del empate para culminar la remontada. El Inter, al que parecía haberle sentado mal los cambios, no le dio tiempo a asimilar el empate cuando recibió el segundo gol. Nuevamente fue Giroud el encargado de mandar el balón al fondo de la red. El francés recibió de espaldas y rompió a De Vrij con un recorte de tacón para después conectar un zurdazo que supero a Handanović. El Milan le daba la vuelta al partido a falta de 10 minutos y el Inter tenía que correr si quería evitar la derrota.
Pero no lo consiguió. Inzaghi lastró a los suyos con los cambios y el equipo acusó la entrada de jugadores que no lograron mantener el nivel que habían dado los sustituidos. A pesar de ser superiores durante los noventa minutos, el actual campeón ha caído en un arrebato del Milan, que ha sido capaz de remontar un encuentro que parecía lejano.
La lucha por el scudetto se aprieta
La victoria del Milan aprieta la lucha por el scudetto. Los de Pioli le recortan 3 puntos al Inter y se sitúan a tan solo un punto de los nerazzurri. El Inter tiene un partido menos que los rossoneri pero pierden comba al frente de la clasificación. Una oportunidad también para el Nápoles que mañana puede ponerse también a un punto del conjunto de Inzaghi.