Después de casi un año, la Liga MX tiene nuevo campeón, luego de una complicada temporada que estuvo enmarcada con la epidemia de COVID-19. León, que fue dominador del encuentro de vuelta, venció a los Pumas para poder llevarse la corona de la campaña (2-0).
Los Panzas Verdes fueron el equipo más consistente del torneo regular. Quedaron al frente de los 18 clubes de la Liga MX con 40 unidades, es decir, ocho más que los auriazules. Además, quedaron con la mejor defensiva del certamen con 14 dianas encajadas, rubro donde empataron con Pachuca.
A su vez, también se quedaron con la mejor defensiva del certamen con 14 dianas encajadas, rubro donde empataron con los Tuzos del Pachuca. En la ofensiva terminaron en el tercer puesto con 27 anotaciones.
Su máximo goleador en el certamen fue el ecuatoriano Ángel Mena. En el torneo regular marcó siete goles y fue el sexto mejor anotador del Guard1anes 2020, mientras que en la Fiesta Grande mojó en dos ocasiones más (una de ella de penal).
Lo curioso de los guanajuatenses es que no les fue bien en los partidos de ida en la Liguilla, donde cayeron en una ocasión (Puebla) y empataron en otras dos más (Chivas y Pumas). En cambio, superaron a sus rivales en el encuentro de vuelta, celebrados en el Estadio León.
De hecho, este inmueble fue una fortaleza para los leoneses. Contando la fase regular y la Liguilla, León ganó en diez ocasiones, sin ninguna derrota, contando la final contra los Pumas. El único empate fue contra Tigres (fecha 9).
Una noche de ensueño
La final de ida, que se jugó en el Estadio Olímpico Universitario, fue un encuentro complicado para ambas escuadras. Los universitarios tenían la ventaja de un gol y un hombre de más en la cancha, pero los esmeraldas consiguieron el empate milagroso en los últimos minutos (1-1).
Ahora los dos clubes llegaron al Estadio León con la ilusión de levantar la copa después del silbatazo final. Todo el escenario estaba listo, luego de una emotiva ceremonia que estuvo dedicada al personal de salud que lucha contra la enfermedad que evitó la presencia de la afición en el inmueble esta noche.
Aun así, los locales salieron al campo de juego con fiereza, sin importar que el rugido de su afición estuviera ausente. Desde el primer minuto tuvo la pelota controlada, mientras acorralaba a sus rivales en su parte del campo de juego.
La estrategia de Ignacio Ambriz dio frutos en el amanecer del partido (11′). Así como lo hizo en el partido de ida, el argentino Emmanuel Gigliotti madrugó a los universitarios, luego del largo latigazo que empezó en los pies de Fernando Navarro (1-0).
Minutos después de la anotación, las malas noticias llegaron para Panzas Verdes (15′). Ángel Mena, su goleador del torneo (nueve dianas), tuvo que salir de la cancha, entre lágrimas, por molestias musculares.
Tras la salida del delantero ecuatoriano, los visitantes se asentaron en la cancha y empezaron a pisar la parte del campo del rival. No obstante, los guanajuatenses castigaban a los capitalinos con ataques rápidos y contragolpes que terminaban en disparos a la portería de Alfredo Talavera.
Andrés Lillini, el estratega sorpresa del semestre, sabía que el campeonato se le iba de las manos. Por ello, no se esperó para que fuera el descanso y metió a Juan Manuel Iturbe (38′) para ser más letales en la ofensiva, pero no pudo hacer mucho antes de ir al vestidor.
El segundo tiempo fue un trámite. León no dejó de atacar, intentando agarrar descuidados a sus rivales, pero no dejó un solo centímetro para que sus rivales pudieran sorprender con facilidad a su arquero Rodolfo Cota.
Y llegó el gol que sentenció la victoria de León. Luis “Chapito” Montes le dio un gran pase a Yairo Moreno (82′). El colombiano, con dos amagues, superó a la defensa felina y, con un suave disparo, mandó el balón al fondo de las redes (2-0).