El saldo de la epidemia causada por el nuevo coronavirus subió a 2.000 muertos en China continental, después de que las autoridades de la provincia de Hubei, foco de la crisis, anunciaran el miércoles otros 132 fallecimientos.
En su actualización diaria, la comisión provincial de salud también ha dado cuenta de 1.693 nuevos casos de contagio, lo que arroja un total de 74.000 casos.
La mayoría de los casos están en Hubei, donde el virus surgió por primera vez en diciembre pasado, antes de convertirse en una epidemia nacional.
El salto del miércoles en la cifra de muertos fue un aumento con respecto a las cifras del martes, aunque el número de nuevos casos reportados en Hubei fue el más bajo en una semana.
Citando un estudio realizado por el Centro de control y prevención de enfermedades de China, con una muestra de 72.000 personas, el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, afirmó el lunes que más del 80% de los pacientes sufren una forma leve de la enfermedad.
Tedros ha destacado las medidas que están llevando a cabo diferentes gobiernos frente a este virus, del que se han registrado 804 casos y tres muertes en 25 países, recordando que la OMS ha enviado equipamiento a protección personal a 21 estados y que en las próximas semanas enviarán a otros 106 países.
Además, el director general del Organismo de Naciones Unidas ha informado de que para final de semana unos 40 países de África y 19 de América tendrán ya la capacidad de detectar el nuevo coronavirus, bautizado con el nombre ‘Covid-19’.
Muchos de estos países han estado enviando muestras a otros países para realizar pruebas, esperando varios días para obtener resultados. Ahora pueden hacerlo ellos mismos, dentro de las 24 a 48 horas. Algunos países de África, incluida la República Democrática del Congo, ahora están aprovechando la capacidad que han desarrollado para probar el ébola y el ‘Covid-19’. Este es un gran ejemplo de cómo invertir en sistemas de salud puede pagar dividendos para la seguridad de la salud», ha dicho Tedros.
Al mismo tiempo, ha recordado que otros países como Namibia, Nigeria y Timor-Leste están organizando talleres con los medios de comunicación para garantizar informes “precisos y confiables”; y que otros están priorizando la vigilancia y el monitoreo en los puertos de entrada, incluidos Bangladesh, Camboya, Etiopía, Pakistán, Serbia y Sudán del Sur.
“También estamos trabajando con socios en algunos de los contextos más frágiles, desde Siria hasta la República Centroafricana, para preparar a los países para la llegada del virus”, afirmó, para señalar que la OMS va a seguir trabajando “día y noche” con todos los países para prepararlos ante un posible caso de coronavirus.
Dicho esto, Tedros comentó que hasta el momento hay 92 casos en 12 países fuera de China de transmisión de persona a persona, si bien ha reconocido que todavía no hay datos “suficientes” sobre los casos ocurridos fuera del país asiático para hacer una comparación “significativa” sobre la gravedad o la tasa de letalidad del nuevo coronavirus.
“Estamos haciendo un seguimiento con los países para obtener más información sobre lo que sucede con cada caso y el resultado. Sin embargo, aún no hemos visto la transmisión local sostenida, excepto en circunstancias específicas como el crucero ‘Diamond Princess’”, ha enfatizado el director general de la OMS.
Fuera del Hubei, que ha sido efectivamente bloqueado para tratar de contener el virus, la cantidad de casos nuevos se ha ralentizado y las autoridades nacionales de salud de China ha dicho que esto es una señal de que el brote está bajo control.
El presidente Xi Jinping, en una llamada telefónica con el primer ministro británico, Boris Johnson, dijo que las medidas de China estaban logrando un “progreso visible”, según los medios estatales el martes. Sin embargo, la Organización Mundial de la Salud (OMS) advirtió que era demasiado pronto para saber si la disminución continuaría.
El martes, el director de un hospital en la ciudad de Wuhan, en el centro de Hubei, se convirtió en el séptimo trabajador médico en sucumbir a la enfermedad de COVID-19.