La búsqueda de un pastor muy resistente, con características similares al pastor alemán pero de determinación más cercana al lobo, llevó a la creación del perro lobo checoslovaco.
A partir de la cruza entre el lobo de los Cárpatos y el pastor alemán, esta raza se creó a mediados del siglo pasado en la extinta Checoslovaquia.
Después de varios años de experimentación, fue estabilizada y, hace no más de 15 años, la Federación Cinológica Internacional (FCI) le otorgó su reconocimiento (ya no se considera un híbrido), y debido a su reciente incorporación, es que no son muy conocidas sus características generales y algunas enfermedades que podrían padecer, además de las formas de adiestrar esta raza.
La selección de un perro no es algo que se debe de tomar a la ligera y antes de tomar una decisión es primordial conocer sus necesidades y si eres capaz de cubrirlas, y no estamos hablando sólo de casa y comida.
El perro lobo checoslovaco mide 65 centímetros aproximadamente a la cruz, —igual que un pastor alemán—, son ligeros (30 kilos a lo mucho), lo que los convierten en perros extremadamente ágiles.
Las hembras no son altas, miden alrededor de 60 centímetros aproximadamente a la cruz; no deben ser toscas ni fuertes o muy pesadas, sino ágiles y con un cuerpo más estrecho. Sus facciones son afiladas.
Son muy avispados, todo el tiempo observan su entorno y a la gente, tienden a ser más tímidos y desconfiados con los humanos que otros perros, pero no necesariamente son nerviosos, ya que, al igual que sus ancestros los lobos, (que para sobrevivir no buscan confrontaciones sino que evitan cualquier situación que pueda ser peligrosa), el lobo checoslovaco prefiere mantener su distancia de las situaciones en las cuales su seguridad aparentemente se encuentre amenazada. Por ello, un perro de esta raza adecuadamente socializado, jamás se mostrará agresivo.
Son nobles, de carácter estable, pero bruscos al jugar, lo que hace que la gente a veces les tenga miedo; y es que su temperamento guarda ciertas similitudes con el de sus ancestros salvajes; pero revisando el comportamiento salvaje en el reino animal, sabemos que la razón es simplemente la supervivencia: aunque es un perro que presenta comportamientos típicos de los lobos, no necesariamente quiere decir que sea un perro agresivo.
Esta raza es muy activa y tiene una considerable necesidad de realizar actividad física, al igual que requiere de estimulación mental; son considerados una raza muy inteligente, lo recomendable es que resuelvan retos cognitivos, de lo contrario podrían desarrollar problemas de conducta.
Debido a sus ancestros, es un perro que tiene inclinación por vivir en sociedad, posee un fuerte sentido de la manada y requiere pertenecer a una (la familia humana) más que ningún otro perro, por ello jamás debe dejarse aislado.
El perro lobo checoslovaco es más saludable que el perro promedio (tal vez por su diversidad genética), sin embargo, ya que entre sus ancestros se encuentra el pastor alemán, tiene cierta predisposición a la displasia de cadera.
Las mejores líneas están ahora en República Checa y Hungría.
Algunas personas tienen el deseo de poseer un lobo como mascota, probablemente por el contenido que ofrecen tanto las series televisivas, como el cine (incluso las redes sociales), desgraciadamente, el impacto es tal que logran poner de moda una raza canina y, contrario a lo que podría pensarse, esto es perjudicial para la raza.