La diputada Marcela Villatoro lanzó fuertes declaraciones que reflejan una profunda fractura entre su visión política y la del presidente de ARENA, Carlos Saade, al dejar claro que las diferencias no solo existen, sino que han sido públicas, intensas y continúan presentes.
«Yo tengo bastante gente que no se siente representada con ARENA, pero sí conmigo», afirmó la diputada, subrayando que su relación con la población trasciende al partido que la llevó a la Asamblea Legislativa. En sus palabras, ARENA se ha convertido en un simple vehículo electoral, mientras los principios que ella defiende son personales y no necesariamente los que hoy rigen al partido bajo el liderazgo de Saade.
Villatoro aprovechó para lanzar una crítica puntual al actual manejo del partido: “El partido como tal y sus principios son una cosa, y otra cosa es quien lo está dirigiendo”.
La diputada aprovechó para confesar que se siente más respaldada que nunca, a pesar de haber sido etiquetada por el propio presidente del partido. “Nunca me había sentido más acompañada de gente que cuando él me dijo que estaba sola”, dijo entre sonrisas, destacando que ese aparente aislamiento se convirtió en un punto de quiebre que generó una ola de apoyo, incluso de sectores fuera del partido quienes no se sienten representados por ningún instituto político vigente.
Estas declaraciones llegan en un momento crítico para ARENA, que sigue sin poder capitalizar el desgaste que Nuevas Ideas ha causado en este instituto político y lucha por mantenerse relevante frente a una oposición fragmentada y debilitada. El discurso de Villatoro deja en evidencia no solo su desencanto con el liderazgo actual, sino también una crisis de identidad que sacude a uno de los partidos históricos del país.
La parlamentaria también criticó que Saade, como líder del tricolor, no brinde declaraciones públicas sobre la coyuntura del país, como lo hace Manuel «El Chino» Flores, secretario general del FMLN, tensando aún más la relación y dejando entre ver que su papel dentro del partido está haciendo un eco que demuestra que ARENA deberá tomar un rumbo diferente si desea sobrevivir políticamente.