Se cumplen 24 años desde que se registró el atentado más aterrador en la historia del hemisferio occidental. Integrantes de la célula Al-Qaeda se coordinaron para secuestrar cuatro aviones durante la mañana del 11 de septiembre de 2001, los cuales salieron de distintos aeropuertos en EEUU.
Por solidaridad, El Salvador suspendió los acostumbrados desfiles del día de la independencia.
El vacío dejado por la suspensión de los actos cívicos fue aprovechado por el partido FMLN, para celebrar el atentado quemando la bandera de EEUU, en una marcha en la que y ensuciaron propiedad privada. Durante la actividad, no faltó quienes se regocijaron por el atentado sufrido y hasta llegaron a pedir “otro avión”.
La marcha tuvo como punto de reunión la Plaza Cívica en San Salvador, en donde se pudo ver al entonces diputado del FMLN, el expresidente, Salvador Sánchez Cerén, quien por esa fecha era el jefe de la bancada legislativa efemelenista.
Esos incidentes fueron repudiados por la representación diplomática estadounidense en el país.
Los hechos:
Dos de los aviones se estrellaron contra las Torres Gemelas del antiguo World Trade Center en Manhattan, Nueva York; el otro se estrelló en las instalaciones del Pentágono en Washington D.C. y el otro cayó en un campo en el estado de Pennsylvania, debido a que los pasajeros forcejearon contra los captores del avión.
El resultado fue la muerte de cerca de 3,000 personas y secuelas físicas y psicológicas permanentes en otras miles más. La comunidad salvadoreña en ése país también fue afectada por los atentados, ya que 70 de las víctimas eran compatriotas, la mayoría empleados en áreas de servicio en los edificios derribados.