Los magistrados de la Sala de lo Civil de la Corte Suprema de Justicia, declararon no ha lugar a la posición alegada por los apoderados legales de DAVIVIENDA, de librar la ejecución de la materialización de $49.3 millones a favor del empresario José Antonio Salaverría.
La sentencia fue emitida el viernes 13 de septiembre, sin embargo, fue hasta ayer martes que se les notificó a las partes y en ese sentido, los apoderados legales del empresario Salaverría, ya preparan la documentación para que un juzgado proceda a que la institución bancaria cancele esa cantidad de dinero al cafetalero.
“Declárase ejecutoriada y pasada en autoridad de cosa juzgada, la sentencia pronunciada por esta Sala, en el juicio de que se ha hecho mérito”, reza el documento.
La Sala de lo Civil desestimó el recurso de la defensa, por ese motivo se liberó la ejecutoria de la ley solicitada por los apoderados legales para efectos pertinentes.
Ya el 17 de julio, la Sala de lo Civil también negó otro recurso de amparo y en el cual la defensa del banco trataba de modificar la sentencia que la misma Sala impuso y en la cual se obliga a pagar al empresario José Antonio Salaverría, $47,352.124.00 más el 12 por ciento por costas procesales, daños y perjuicios, que hacen un total de $49 millones.
En esa oportunidad la resolución fue desestimada, debido a que los supuestos conceptos oscuros a los que se refirieron los procuradores del banco, no fueron acordes a cuestiones de interpretación o significado de los enunciados suministrados en la fundamentación de la sentencia de esta Sala, que han sido claros y suficientes para comprender el sentido del fallo, como también las razones que lo sostienen, así como tampoco procede la reforma requerida.
Según los juristas, la cantidad total sobre daños y perjuicios fue dividida a los daños emergentes y al lucro cesante, por lo que estimaron la prueba de forma independiente, en el primer rubro con la declaración jurada y la segunda con el peritaje, puesto que en el segundo peritaje solo se refirió al valor del lucro cesante, que al hacer la sumatoria de ambos resultó el total final de la condena.
Es un largo proceso de once años, desde que el empresario José Antonio Salaverría, fue beneficiado con una sentencia de la Sala de lo Civil, que ordena al banco DAVIVIENDA a pagarle 49 millones de dólares, por presuntamente haberle causado la quiebra económica al embargarle 7 beneficios de café en el 2008, cuando el banco era propiedad de HSBC.
Salaverría adujo que producto de este caso, el banco le ocasionó no solo la quiebra, sino además “la muerte civil”, pues no volvió a ser sujeto de crédito de la banca nacional, y que tuvo que vender varias propiedades para salir adelante con sus empresas.
El empresario explicó que hace más de 10 años adquirió un crédito con HSBC, del cual se atrasó una cuota de 160 mil dólares, por lo que el banco le notificó el embargo. Ante tal situación, Salaverría envió 24 horas después de la notificación a su abogado, Fabio Castillo, a pagar el monto total del préstamo para librarse de los compromisos, pero el dueño del banco, Gerardo Simán, le dijo que no podrían recibirle el pago y que harían cumplir el embargo de la garantía. “No querían el pago, querían el embargo”, afirmó.
“El día que nos llamaron para decirnos que todo estaba terminado, nos llamó Gerardo Simán. Ese día, para que veamos las inconsistencias, ese día procesamos 5,200 quintales oro. Y también en esa temporada hicimos 250 mil quintales, un millón de quintales uva, teníamos 7 beneficios operando en el país, 16 puntos de recaptación”, explicó el cafetalero.
Según Salaverría, el banco violó el convenio que se había firmado además con el City Banc y Banco Hipotecario. Luego de un año, señaló, preparó su defensa y el 7 de octubre de 2009 inició el proceso para ejercer sus derechos a fin de demandar a HSBC, hoy Davivienda, por daños y prejuicios.
Después de todo este tiempo, la Sala de lo Civil ha fallado a su favor de manera unánime, lo que considera “un fallo histórico” y espera se haga efectivo de parte de los nuevos propietarios del banco, concluyó.
Ese es problema personal de ese señor con el banco, al pueblo no le interesa, no se porque le dan tanta publicidad.
Cuanto va a repartir con ya sabemos quienes?
Como se dan gusto con nuestro dinero….¡ Todo a la garduña!…
Ese banco incluso paga a los empleados después que depositan las empresas, es decir uno o dos días después de los 15, así de mal esta.