“¿Dónde está la corrupción? Tengo que decirles que está en todos lados. Está tanto en instituciones públicas, ministerios, alcaldías, instituciones autónomas, en la política, en la empresa privada y hasta está en la iglesia”, dijo el fiscal Douglas Meléndez, al cierre del Primer Encuentro Nacional Anticorrupción celebrado el miércoles de esta semana con la participación de sectores que velan por la transparencia en el manejo de fondos públicos.
La acusación no fue tan acertada según el sacerdote católico Juan Vicente Chopin, quien sugirió a los obispos hacer un reclamo formal al fiscal Meléndez por insinuar que la iglesia es corrupta. El fiscal evidentemente, se refería al uso del dinero para beneficios personales, y más concretamente a la corrupción como un mal generalizado en la sociedad salvadoreña.
¿Pedirán una explicación nuestros obispos?
“Él incluye a la iglesia entre las instituciones corruptas”, lamentó el religioso, quien es catedrático universitario, autor de varios libros sobre la iglesia, y posee un doctorado de la universidad Pontificia de Roma.
Chopin cuestionó “¿a qué se refiere concretamente (el fiscal con tales acusaciones)?” y vuelve a preguntar “¿pedirán una explicación nuestros obispos?”.
En su discurso, Meléndez enfatizó que la corrupción se trató de ocultar por años y que en el país “hay una corrupción sistemática, con sistemas creados para fomentar la corrupción” y luego destacó que las instituciones que velan por la transparencia, la ética y el combate a la corrupción han creado un mecanismo para el combate de este mal.
“No se puede eliminar (la corrupción) en ningún país del mundo”, aceptó Meléndez.
La Conferencia Episcopal no ha dado respuesta a la petición del religioso, de pedir explicaciones al fiscal por las aseveraciones formuladas en el evento.
El mediocre Fiscal lleva parte de razón porque sabemos que en un país a donde las elites dominan la forma de pensar a favor de pos poderosos, acusando sin pruebas y sin medir las consecuencias de nuestras afirmaciones y acostumbrados a torcer el brazo a la aplicación de la ley y su cumplimiento. Después seguir agendas del poder y la injerencia. Además cuando hace esas afirmaciones que no se apegan al derecho si no a conveniencias partidarias y políticas. Da nauseas tener a un Fiscal acusador por hipótesis y no por pruebas. Y aquellos casos confesos y con pruebas no… Leer más »