El presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, vetó las reformas hechas por la Asamblea Legislativa a la Ley Especial de Protección al Patrimonio Cultural de El Salvador (LEPPCES) por considerarlas inconstitucionales, debido a que “pone en peligro todos los bienes culturales del país al ser intervenidos sin tener una autorización previa de las instituciones”.
La modificación de la ley ocurre tras la recomendación de una comisión especial creada en el seno de la Asamblea, para examinar el caso de la destrucción del sitio arqueológico Tacuscalco, en Sonsonate, por la empresa constructora Fénix, que arrancó un proyecto urbanístico sin contar con la aprobación de los Ministerios de Cultura y Medio Ambiente, y que tras varios paros de obra continuó la construcción provocando daños irreparables al lugar que data de la época prehispánica.
A consideración del mandatario, las reformas planteadas por los legisladores violan las normas de protección y promoción de derechos culturales y transgreden convenciones internacionales de obligatorio cumplimiento.
El gobernante envió el veto a la Asamblea esta semana y consideró en el mismo que con la reforma a la Ley se modifican mecanismos de protección a los derechos culturales establecidos en la normativa, “con lo que resulta que en realidad no hay una interpretación de la ley, sino la creación de una nueva disposición, afectándose con ello el principio de irretroactividad de la ley como una concreción de la seguridad jurídica como valor fundamental”.
El jefe de Estado afirmó que, con la modificación a la Ley de Patrimonio, el Estado salvadoreño no estaría protegiendo eficazmente el patrimonio arqueológico, histórico o artístico, lo cual el país estaría violando varias convenciones internacionales en las que está suscrito.
A inicios de agosto, la Asamblea reformó la LEPPCES que mandata a las entidades responsables de planes de desarrollo urbano y rural, obras públicas y construcciones o restauraciones privadas relacionadas con un bien cultural inmueble, a que soliciten autorización previa al Ministerio de Cultura, pero la interpretación hecha limita la solicitud de autorización únicamente a cuando estén “vinculadas directamente con un bien cultural así declarado”.
No respetan nada ni a nadie, ya rebalza el abuso de tanto extranjero que ha llegado a joder
La voracidad de las constructoras. La destrucción del patrimonio ha sido lamentable debido a la codicia de los constructores buena parte de ellos ingenieros. Hay que señalar la miseria de esta profesión excesivamente materialista que no distingue entre lo bello, lo bueno lo histórico y mete tractor a cuanto monumento ancestral haya a su paso. Los terraceros son los primeros en notar los daños en el terreno pero los diseñadores los «proyectistas» son los sinvergüenzas que los ponen a eso sin importarles el daño. Opino que las penas por destrucción del patrimonio del Estado deberían aumentarse para hacerlas ejemplares y… Leer más »
miro una el ciego!!!
Los derechistas venderían hasta a sus madres ? No. Las alquilarían, porque así se mantiene el medio de producción bajo control y se obtienen más ganancias por el efecto inflacionario del alquiler. Renteros !!
Jajajajajajajajaja pendejos