El Salvador será afectado este fin de semana por los polvo del Sahara, informó el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales, MARN.
Según expertos, las tormentas de arena del Sáhara provocan que se eleven a la atmósfera grandes cantidades de polvo y arena que, suspendidos, viajan grandes distancias alcanzan Europa o América.
El polvo sube hasta alturas de 5 a 7 kilómetros, y forma una masa de aire muy caliente.
Aproximadamente a los seis días de registrada la tormenta estas pueden alcanzar ciudades tan distantes como las islas Canarias, España, Portugal y Gran Bretaña, mientras las otras se mueven por el Atlántico y llegan al mar Caribe y Centroamérica.
¿Cómo afectan a tu salud las nubes de polvo del Sáhara?
Empeoran los efectos de la contaminación del aire urbano e influyen en la superación del valor límite diario legal de PM 10, uno de los peores agentes contaminantes del aire en las ciudades.
Además, incrementan las sequías ya que la humedad del ambiente y la formación de nubes se reducen.
Por otro lado, arrastran minerales y sustancias potencialmente perjudiciales debido a que la salinidad de los suelos aumenta, al igual que las mareas rojas, y se acelera el proceso de desaparición de los corales en las islas del Caribe, asegura la NASA.
En el campo de la salud, estas finas partículas de polvo pueden provocar problemas respiratorios, ardor en los ojos, conjuntivitis y empeorar la situación de personas con asma. Asimismo, las bacterias, esporas de hongos y granos de polen presentes entre las partículas de polvo se han identificado como posibles causantes de enfermedades cardiorespiratorias.
Si la nube es persistente pueden aparecer broncoespasmos, es decir, dificultades serias para respirar, así como dolor torácico que desencadena en ocasiones crisis de ansiedad.
Los expertos recomienda que aquellos que sufren alergias mantengan su medicación para que evitar que empeoren y se desencadene una crisis. También deben ser especialmente ciudadanos aquellas personas que tienen facilidad para padecer infecciones como rinitis o conjuntivitis.
Además, es importante mantener las ventanas cerradas, usar mascarillas si tenemos que salir al exterior, evitar el ejercicio al aire libre e ingerir abundantes líquidos, en especial niños y ancianos, para evitar la deshidratación.