La montañista salvadoreña Alfa Karina Arrué ya se encuentra en Thukla, una de las aldeas más cercanas al campo base sur del Everest. Hasta hoy logró revisar su teléfono celular, luego de dos intentos por llegar a la cúspide del Techo del Mundo. Estuvo a 800 metros de lograr su objetivo, ya que alcanzó el campo 4 del Collado Sur, a 8,063 metros sobre el nivel del mar, pero estar a -46 grados centígrados y con vientos de 150 kilómetros por hora, la hicieron desistir y descender.
“En 10-12 horas llegaba a la cumbre. He llorado tanto, pero Dios sabe lo mejor siempre”, reflexionó Arrué.
La salvadoreña continuará mañana su descenso, esperando pasar la noche en Namche Bazar y al día siguiente llegar a Lukla, para tomar el vuelo a Katmandú el 30 de mayo. Si el plan original se mantiene, Alfa Karina estaría llegando al país el próximo 6 de junio.
“Al llegar a Katmandú tengo que revisar el itinerario, porque no sé si han cancelado el vuelo por las restricciones en Nepal. Todo el camino de regreso ha sido bajo nevada y después bajo lluvia. Terrible”, detalló.
Alfa Karina salió del país el 22 de marzo y se instaló en el campo base el 11 de abril. Desde ahí realizó dos ataques por convertirse en la primera persona salvadoreña en alcanzar la cima del Monte Everest. Sin embargo, las malas condiciones climáticas la hicieron retroceder.
“Un día sentí que iba a morir. La segunda vez, cuando alcancé el campo 4, mientras me quitaba los crampones, en cuestión de minutos mis pies empezaron a congelarse, y eso que estaba con las botas y el traje especial”, narró.
“Ya adentro de la tienda, que era para dos personas, pero donde estábamos cinco, no podía quitarme los guantes porque se me congelaban las manos”, añadió. “El viento y la nevada eran tan fuertes que dolía el cuerpo cuando me impactaba”.
En su primer intento, una tormenta atrapó a Alfa Karina a la mitad de una inmensa pared de hielo. “Nunca en mi vida había tenido miedo de morir. Hasta ese día. Viera qué terrible la tormenta. No miraba nada, solo la cuerda. Y si dejaba de moverme, iba a morir congelada”.
La montañista salvadoreña aseguró que se encuentra bien de salud, a pesar de haber vivido durante dos meses con el frío, el viento y la humedad en la ropa como fieles acompañantes. “Obviamente siento el cuerpo destruido, principalmente los pies y las rodillas, pero eso es normal”, detalló.
“Acá está terrible lo del COVID. Todo el campo base se contagió. De mi grupo todos se enfermaron, menos yo. Incluso los sherpas también se contagiaron”, lamentó Alfa Karina, quien ya había sufrido con el virus antes de viajar. “Gracias a Dios yo tuve COVID antes de viajar y quizás eso me ayudó, me dio algo de inmunidad”.
Alfa Karina aprovechó la oportunidad para agradecer el apoyo brindado por el INDES, y por su presidente ad honórem, Yamil Bukele, en esta travesía.
“Dígale a Yamil que muchas gracias por todo. Y a toda la gente que ha estado pendiente dígales que también muchas gracias. Espero que nos volvamos a ver pronto”, concluyó la montañista.
Estuvo en la zona del muerto..cada instante que estas ahi estas muriendo..tomo la decisiin mas sensata..el Everest no perdona..es raro que el clima sea benigno..
No nos importa si llegaste o no llegaste a la cima…. nos importa que estes bien, con vida y gracias por tu esfuerzo por que así inicia todo en esta vida…. con dolor, como los dolores de parto… grande Karina
Despues de tanta paja espero que tenga la decencia de devolver el dinero que recibió como apoyo
Ahora a surfear al tunco
Menos duro
Bien hecho Karina, otra vez será, no te desanimes, ahora descansa, mañana otros retos se avecinan…Que estés bien