El presidente de El Salvador, Nayib Bukele, respondió de manera contundente a una publicación que señalaba a Canadá como «el único país civilizado en las Américas», acompañada de un mapa de tasas de homicidios. Ante esto, el mandatario fue tajante: «No, no lo es».
La declaración del Presidente Bukele refleja la transformación histórica que ha vivido El Salvador en materia de seguridad. Bajo su administración, el país ha pasado de ser una de las naciones más violentas del mundo a consolidarse como el país más seguro del hemisferio occidental, según los datos más recientes.
Este cambio se ha logrado gracias a dos estrategias clave implementadas por el gobierno: el Plan Control Territorial, lanzado en 2019 para enfrentar a las pandillas mediante el despliegue coordinado de la Fuerza Armada y la Policía Nacional Civil, y el Régimen de Excepción aprobado en marzo de 2022, que permitió capturar a más de 90,000 pandilleros y desarticular en gran medida las redes criminales que antes operaban impunemente.
Antes de estas políticas, El Salvador sufría tasas de homicidio superiores a 100 por cada 100,000 habitantes y una impunidad cercana al 90%. Hoy, la nación cerró 2024 con una tasa de 1.9 homicidios por cada 100,000 habitantes, por debajo de la media regional y comparable incluso con Canadá, donde la tasa ronda los 2.25 por cada 100,000 habitantes.
Con estas cifras, la réplica del Jefe de Estado salvadoreño no solo constituye una opinión, sino un respaldo basado en datos concretos que muestran el éxito de su modelo de seguridad. Así, El Salvador se convierte en un referente internacional y en un caso de estudio sobre cómo reducir drásticamente la criminalidad en la región.
