Con 18 años de edad, la arquera salvadoreña Paola Daniela Corado Saracay, conocida por sus amigos como “Pao”, debutó y obtuvo dos medallas de bronce en los I Juegos Panamericanos Junior Cali-Valle 2021.
Paola comenta que en su familia los deportes han estado siempre presentes. Su padre es Enrique Corado, un amante del baloncesto, y Raquel Saracay su madre que ha sido siempre su pilar.
De su infancia recuerda que su familia siempre ha sido muy unida y la han apoyado. A sus 12 años de edad, sus padres decidieron separarse, una situación que comenta que pudo ser superada gracias a que sus progenitores mantuvieron una muy buena relación a pesar de ya no estar juntos.
“Mis padres están separados desde que yo tengo 12 años, pero mi papá siempre estuvo ahí muy pendiente de mí, a él siempre le ha gustado el tiro con arco. Cuando yo me metí a practicar este deporte, él apoyó mi decisión al igual que mi mamá, aunque ella no mucho le entienda a este deporte”, expresó la atleta.
La arquera mencionó que trató de sacar lo positivo entre el mal momento que su familia estaba pasando y sus padres fueron siempre su apoyo, por lo que aprendió a dividir su tiempo entre los dos, ya que, considera, también existían buenas cosas dentro de esa etapa.
La estudiante de arquitectura explicó que en su etapa colegial cursó su primaria en el Colegio Champagnat y pasó a ser becaria del Colegio Especializado en Atletas de Alta Competencia (FESA) desde séptimo grado hasta finalizar el bachillerato en 2021, lo que facilitó poder cumplir con las exigencias deportivas y académicas.
Su encuentro con el tiro con arco
Paola explicó que antes del tiro con arco, en primaria practicó baloncesto, natación y gimnasia, en los cuales no se sintió muy cómoda, hasta que su amiga Marcela Cortez, quien iniciaba con el tiro con arco, la invitó a asistir a unas clases con ella.
“En gimnasia no daba mucho, hasta que me metí a tiro y fue por Marcela Cortez que me invitó y yo vivía súper cerca del Polideportivo (de Ciudad Merliot), a dos minutos. Ella también lo practicaba y así pasamos tiempo juntas“, recuerda.
“Me sentí muy motivada, me costó un montón la técnica. Mi profesora en ese momento me corregía mucho, pero me gustaba tirar y lo sentí divertido. Bueno, aún lo siento así y eso es lo que me hizo quedarme aquí”, aseguró Corado.
Pao dice que, aunque este deporte le costó, la ha alejado de cosas negativas a las que la juventud se encuentra expuesta. Para ella, el deporte ha sido una ventana de nuevas experiencias y oportunidades que, a su corta edad, se han vuelto de mucho valor para ella.
“Quiero ganar todo lo que se pueda a nivel mundial y ser conocida por ser la mejor arquera. Quiero ser arquitecta y montar mi empresa”, detalló Paola sobre sus aspiraciones fuera del polígono de tiro.
La modalidad en la que Corado compite es el compuesto y su preferencia por ella surgió al ver el diseño del arco. La arquera explica que sueña con ser campeona mundial y ser la mejor del mundo en su modalidad, teniendo como referente a la colombiana Sara López.
“Creo que el deporte me hizo madurar y todo lo que uno vive te forma el carácter, me hace ver las cosas diferentes. Siento que practicar tiro ha formado mi carácter, así como ser constante para alcanzar mis metas”, reiteró la medallista.