Julio César M. G. ofreció el alquiler de una casa, a través de un anuncio en una aplicación móvil, y como resultado siete personas se contactaron con él y éste les cobró 350 dólares por arrendamiento adelantado, más otros montos en concepto de depósito y mantenimiento, que por persona oscilan entre 700 y 1,000 dólares.
El hombre le entregó a cada una de las personas estafadas, un recibo firmado y fecha para la entrega del inmueble, con el fin de darle certeza a las víctimas.
Sin embargo, llegado el día para la mudanza, dejaba de contestar el teléfono y bloqueaba a sus víctimas, pero antes les daba las excusas como que los anteriores inquilinos no habían desocupado el inmueble aún.
La acusación fue presentada ante el Juzgado Noveno de Paz de San Salvador, que, en audiencia inicial, le decretó detención preventiva por el delito de estafa, mientras que el proceso continúe en Instrucción.