La sostenibilidad ambiental es uno de los principios transversales para los proyectos que promueve el Presidente Nayib Bukele. Así, en el Día Mundial de la Tierra, es oportuno mencionar cómo se aplica con sectores que son estratégicos para la generación de empleos y la atracción de inversiones.
El Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG) está fomentando prácticas más amigables con el medio ambiente, a través de la diversificación de cultivos y la distribución de insumos que causan menos daño a los ecosistemas.
Los programas como Rural Adelante, RECLIMA y Sembrando Vida aportan recursos y transferencia de conocimientos para que los productores puedan tener cosechas más rentables, al mismo tiempo que cuidan el entorno.
Además, estas mismas acciones las están ejecutando con los cafetaleros, pues las fincas son importantes para la filtración del agua y para la vegetación boscosa. Los fertilizantes foliares que entregaron en marzo causan un menor impacto durante su aplicación.
Otro sector estratégico por el que apuesta el Presidente Bukele son las fuentes limpias y renovables para generar energía. Desde los primeros días de su mandato, el jefe de Estado dio la instrucción de promover a estas industrias.
Bajo el liderazgo del Presidente Bukele, la oferta nacional de energía ha llegado a una proporción del 90 % con fuentes renovables. El trabajo articulado permitió desentrampar el primer parque eólico, además de facilitar los procesos para más plantas fotovoltaicas y agilizar la finalización de la central hidroeléctrica 3 de Febrero.
Gracias a esta decisión, ahora es posible proteger a los salvadoreños del efecto que tiene el encarecimiento del petróleo en el mercado mundial, pues el Gobierno absorberá cualquier incremento y la tarifa del servicio de energía en los hogares y en las empresas se mantiene estable desde la segunda quincena de abril.
Dentro de este tema, la Comisión Ejecutiva Hidroeléctrica del Río Lempa (CEL) ejecuta la construcción de una planta para generar energía con biomasa, a partir de los desechos que llegan hasta el río Acelhuate y otros afluentes del río Lempa.
Aún quedan muchos desafíos para restaurar el daño ambiental que acumuló el país durante muchos años, pero entre todas las instituciones van creando mejores condiciones para el futuro de los salvadoreños.