«Es lamentable que la Dirección Nacional del FMLN no haya tenido la determinación ni la voluntad política para preservar nuestro local, a pesar de las alternativas y propuestas que hemos presentado con el firme propósito de encontrar una solución. Nos llena de pesar la indiferencia y desapego con el que han abordado este asunto, olvidando el compromiso que tenemos con nuestra gente, nuestra militancia y nuestras luchas», agrega.
Tal situación evidencia la crisis al interior de ese instituto político.
En las elecciones generales de 2024, el partido sufrió una derrota histórica al perder todos sus escaños en la Asamblea Legislativa y todas las alcaldías que controlaba, quedando sin representación en los poderes legislativo y municipal por primera vez desde su legalización como partido.
El ex candidato presidencial del FMLN en 2024, Manuel «Chino» Flores, obtuvo solo un 6.5% de los votos, reflejando la pérdida de relevancia del partido frente al 84.65% de Bukele.
A nivel interno, el FMLN enfrenta una crisis económica severa. Reportes recientes indican que ha despedido al 90% de sus empleados debido a la falta de fondos, y el resto ha presentado demandas por impago.
Manuel Flores ha reconocido esta situación, señalando que la deuda política no ha sido suficiente para sostener las operaciones, lo que ha llevado a la venta de algunas sedes del partido. Además, el FMLN arrastra el desgaste de escándalos de corrupción vinculados a los gobiernos del fallecido Mauricio Funes (2009-2014) y Salvador Sánchez Cerén (2014-2019), este último exiliado en Nicaragua tras enfrentar acusaciones judiciales, lo que ha erosionado su credibilidad.
Políticamente, el partido intenta reposicionarse.