El Tribunal 2° de Sentencia de San Salvador continuó este jueves la vista pública contra los procesados Juan Umaña Samayoa, Romelia Guerra Argueta, José Adán Salazar Umaña, Susana Salazar de Cruz y Sara Paz Martínez Bojórquez, procesados por los delitos de lavado de dinero y activos continuado.
Según la declaración de un testigo con régimen de protección, quien fungió como jefe fiscal en el periodo del exfiscal general Luis Antonio Martínez, en 2014 realizaron una investigación relacionada al narcotráfico contra Adán Salazar conocido como “Chepe Diablo”, Juan Samayoa Umaña y Wilfredo Guerra, que incluía a la empresa hotelera HOTESA y Agroindustrias GUMARSAL.
Posteriormente, “tramitamos el análisis financiero en el Juzgado 2° de Paz de San Salvador, que nos autorizó la práctica de experticia del análisis financiero» dijo. Sin embargo la diligencia no se realizó debido a que el testigo recibió una llamada telefónica por parte de Luis Martínez, en la que, «con un tono molesto le gritó ‘no sé cómo vas hacer, pero tienen que dejar sin efecto esa babosada…’
Añadió que el fiscal Martínez le ordenó reasignar el caso y que se archivara, que se devolviera la documentación y que notificara a los oficiales de cumplimento de los bancos que no se habría logrado establecer el delito de lavado de dinero y activos, y que trasladara lejos al fiscal que en un inicio llevaba la causa, porque no quiso acatar la orden.
Esta información fue enviada hacia la listas de la OFAC del Tesoro de los Estados Unidos, para hacer creer que ellos ya no estaban siendo investigados, por parte de la Fiscalía.
Narra el testigo criteriado que el caso se le asignó a una nueva fiscal, sobrina de Luis Martínez, quien recién había iniciado a laborar en la Fiscalía y no tenía experiencia.
Posteriormente, se devolvió toda la documentación que se había incautado relacionada al caso GUMARSAL, así como los documentos de Guerra y Umaña, no así los del empresario «Chepe Diablo».
El testigo alegó que inició una presión mediática, debido a que algunos medios digitales argumentaban que la que la Fiscalía estaba favoreciendo a “Chepe Diablo”, por lo que se inició una nueva investigación, sin hacérselo saber a Luis Martínez.
A preguntas de la defensa, el testigo manifestó que él cumplía órdenes de su jefe (Luis Martínez), porque si no cumplía, le hubiese trasladado y hasta lo hubiese despedido. También en el interrogatorio de defensa, el exjefe manifestó que a él no le constaba que Adán Salazar estuviera en la lista OFAC.
El juicio continuará el viernes a las 8:30 con la declaración de cuatro testigos presentados por la defensa de los procesados.
Abri los ojos Melara,así estaras más luego que pronto.