Exembajadora Aponte: “La imagen de Bukele sufrió un lastre, y acciones como la del 9F intimidan a los inversionistas”

L​a exembajadora de los Estados Unidos en El Salvador, Mari Carmen Aponte, lamentó los hechos del 9F, ya que a su juicio este tipo de acciones dejó dos grandes perdedores: al pueblo salvadoreño y al mismo presidente de la República, Nayib Bukele.

La exdiplomática afirmó que la imagen del país se ha visto afectada y que podría además afectar las inversiones del extranjero que tanto necesita El Salvador.

“Hay dos perdedores bien grandes: uno es el pueblo salvadoreño porque creo que este tipo de acciones intimida a personas que quieran invertir en El Salvador… el otro perdedor es irónicamente el mismo presidente Bukele”, cuya imagen en el exterior “ha sufrido un lastre”, aseguró.

Agregó que Bukele en el exterior “ha sido visto como una persona que trae una nueva vida, un nuevo enfoque y hasta nuevas ideas a El Salvador. (Pero) esta acción afecta negativamente esta imagen y eso me da mucha pena por El Salvador, por su gobierno y por el pueblo”, dijo.

Aponte, quien en la actualidad es subsecretaria de Estado para Asuntos del Hemisferio Occidental, señaló esta noche en entrevista de Canal 33, que la toma de la Asamblea por parte del Ejecutivo el domingo 9 de febrero, “no fue apropiada para una democracia como la que existe en El Salvador, por la cual se ha luchado, por la cual ha habido una guerra civil y por la cual muchos salvadoreños han dado su sangre”.

Además, concordó en que la Asamblea Legislativa “tiene una mala reputación, de lagunas o baches de corrupción, o que algunos políticos no estén trabajando de buena fe”, aunque agregó que “poniendo eso a un lado, el Ejecutivo (Bukele) tiene que trabajar con la legislatura de una forma más constructiva”.

En cuanto al papel de los organismos internacionales, lamentó la pasividad de la Organización de Estados Americanos (OEA), cuyo secretario Luis Almagro estuvo en contacto con al menos un miembro del gabinete de Bukele (con la canciller Alexandra Hill) y este “debió haber convocado a una reunión o haber tomado otras medidas para asegurarse que la intervención entre poderes no se saliera de control”, expresó. “Me hubiese gustado verlo un poco más activo (a Almagro)”, añadió.

Asimismo, expresó que la OEA, la ONU u otros organismos internacionales pudieran contribuir constructivamente como mediadores ante la pugna de poderes que pudiera existir en El Salvador.

También afirmó que la acción que tomó el presidente Bukele “fue un poco rápida y un poco negativa, atenta en contra de los poderes, de la separación de los poderes”, señaló, y agregó que El Salvador es firmante de la Carta Democrática Interamericana que garantiza precisamente el respeto entre los poderes estatales.

“El presidente tiene el poder de arreglar o empeorar esta situación”, dijo de manera enfática, responsabilizando a Bukele de la estabilidad política del país. “Todo tiene que ver con las situaciones que va a tomar en adelante, hay que trabajar con el gobierno, pero también hay que estar alertas. La sociedad civil tiene que estar alerta a estas acciones y sonar las alarmas cuando estas acciones no sean apropiadas. En los próximos años el presidente Bukele tiene la oportunidad de echar a su gobierno adelante y trabajar constructivamente con el pueblo y los otros poderes legislativo y judicial”, expresó.