Estructuras criminales intentan tomar control de ventas en mercados de Santa Tecla

Estructuras criminales intentan tomarse el control de las ventas ambulantes en las calles de Santa Tecla, según dieron a conocer esta semana vendedores que temen por su vida y la de sus familias, por lo que prefirieron el anonimato por temor a represalias.

De acuerdo a declaraciones de los locatarios, un grupo de criminales y sus familiares se han ido apoderando de diversos tramos de ventas ambulantes en las calles de Santa Tecla, lo mismo que habrían hecho en otras ciudades como San Martín, Apopa, Mercado Central y La Tiendona, estos dos últimos de la capital.

“Ellos (el grupo que quiere controlar las calles) estuvieron presos varios meses y salieron la semana pasada y al darse cuenta que habían perdido algunas de las zonas que controlaban, nos obligaron a apoyarlos para hacer desórdenes y querían cerrar el mercado el día en que se llevaron a cabo los disturbios”, dijo una de las comerciantes.

Según la denunciante, este grupo de sujetos les exigen extorsiones o los obligan a entregarles las ventas de determinados días, de lo contrario los amenazan con asesinar a sus familiares o a ellos si se oponen a sus peticiones.

En otras ocasiones, según informaron, les obligan a dejarles sus espacios en las calles de forma permanente o por algunos días a la semana y es ocupado por la persona que los cabecillas designan.

Según los vendedores, esto es lo que ha ocurrido en las últimas semanas, puesto que esas estructuras los han obligado a dormir en las calles donde se harían las reubicaciones de las ventas ambulantes, para organizar las revueltas que se dieron recientemente. Aseguran que la persona que falleció en los disturbios era uno de los líderes, que vende tortas en el mercado, pero que en realidad era quién dirigía a todos los de la estructuras.

“La neta es, que el que murió en el hospital era el “Apocalipsis”, él es el mero líder que nos tenía bien chingados en el mercado”, asegura uno de los vendedores que estuvo en los disturbios de ese día y a quien las estructuras le han quitado su puesto durante tres días a la semana, sin que pueda hacer nada para revertir esas decisión.

Otra de las personas que vende frutas, se refirió a que estos “bichos nos tienen amenazados y con ellos no se juega, aunque no queramos, tenemos que hacer lo que ellos dicen, porque si no usted sabe que nos pueden matar”.

Los comerciantes aseguran que estas personas manejan armas largas y cortas y que en ocasiones los obligan a esconderlas en sus puestos.

“Es verdad que algunos de los vendedores andan metidos con ellos, pero la mayoría de nosotros lo que queremos es trabajar en paz, es más, llevamos meses teniendo reuniones en la Alcaldía para que nos permitan trabajar en la calle”, dijo uno de los comerciantes que se identificó como Víctor, un hombre de 40 años que desde adolescente se gana la vida en las calles de Santa Tecla.