Cita de los tres mosqueteros en el infierno

Por: Francisco José Ferman

Sucedió en un país llamado El Salvador, que tiene más de 20,000 kilómetros de extensión territorial y 6 millones de habitantes, cuya voz popular conoció a tres sujetos que los llamó “los tres mosqueteros del infierno”, que a lo largo de sus vidas se convirtieron en expertos de la corrupción, el amor al dinero del pueblo y sobre todo a usar la mentira y la saliva como medio para persuadir a propios y extraños.

En ese país, aparecieron estos ambiciosos políticos de pacotilla, codiciosos por obtener el dinero de manera fácil, saqueando las arcas del Estado, para darle riendas sueltas a sus gustos de buena vida, de lujo, avaricia, placer y lujuria.

Estos maléficos sujetos, provienen de la parte oscura del mundo publicitario, con capacidad para manipular voluntades y a la vez utilizar la labia a falta de conocimiento y formación académica y científica. Los denominados personajes del infierno, son diestros en la manipulación de encuesta. Cada uno de ellos con su verborrea han impactado a Lucifer, pero no al pueblo salvadoreño; al que han pretendido engañar ya que se han presentado como redentores y salvadores de la pobreza y líderes del desarrollo.

Con estas falacias, alimentan sus pasiones y egos, más allá de la imagen de su persona, invirtiendo grandes cantidades de dinero en forjar personalidades falsas; en su mundo privado estos tres mosqueteros se rodean de sujetos y forman “argollas de poder” con el propósito de sacar ganancias astronómicas a través de la práctica de la corrupción. De esta manera, los amigos de estos pseudo líderes son ex -funcionarios, asesores e ideólogos, que han servido a otros patrones en el pasado, los que hoy censuran y critican y clavan su tridente venenoso.

De estos tres mosqueteros, uno de ellos goza de asilo político en la República de Nicaragua, es acusado juntamente con el segundo mosquetero que guarda prisión, acusados de realizar los más grandes saqueos de la hacienda pública; y el tercer mosquetero, el golondrino, viene de engañar al FMLN, a Nuevas Ideas y al CD, pactando con la dirigencia del partido GANA, desplazando a Guillermo Gallegos, al que seleccionó para insertarle el tridente. Este mosquetero se hace acompañar de personas obscuras quienes forman parte de su círculo de acción política y su ejército de siervos y tontos útiles.

Bukele es una amenaza para la hacienda pública y lo ha demostrado en la administración de las municipalidades de Nuevo Cuscatlán y San Salvador.

¡Cuidado pueblo salvadoreño!, con el mosquetero que anda suelto, con el tridente caliente, porque este mosquetero que pretende ser presidente de la República, es peligroso por acusaciones de corrupción, maltrato contra la mujer, evasión de impuestos, el cuestionamiento de la legalidad de los tres mercados, de manera especial del Mercado Cuscatlán, del cual sus efectos jurídicos es la nulidad de los mismos y que al pronunciarse sentencia estarían obligados a devolver los montos recibidos; el contrato del Mercado Cuscatlán es un contrato lesivo a los intereses de la municipalidad de El Salvador.

Estos casos que ponen en duda la trasparencia de sus actos en el manejo de los fondos públicos generan un impacto en la credibilidad como candidato a la presidencia y que en la cintura de la campaña electoral los ciudadanos están reflexionando la persona idónea para gobernar el Estado.

Una de las acciones más reprochables que se le atribuye a Nayib Bukele es el hecho de que en el transcurso de la campaña, se ha negado a aceptar que es el candidato de Gana, puesto que legalmente así esta inscrito en el Tribunal Supremo Electoral, sin embargo, afirma tanto en entrevistas, conversatorios políticos y redes sociales que el sigue siendo candidato de Nuevas Ideas, lo cual es totalmente falso, esto demuestra su falta de identidad política y de su falta de honestidad con la gente que engañare.