El presidente de la Autoridad Salvadoreña de Agua (ASA) Jorge Castaneda, aseguró que la institución mantiene un trabajo fundamental con la inspección y resguardo de los mantos acuíferos y los cuerpos de agua en el país y que gracias a este trabajo se han impuesto sanciones por más de $300,000 a quienes contaminan el recurso hídrico.
“El mensaje, para los que están contaminando, es claro, el que esté contaminando no tiene escapatoria, el agua no miente, tenemos equipo especializado para detectar cuando hay diferentes grados de contaminación; así que, el que esté contaminando lo vamos a buscar, lo vamos a encontrar, lo vamos a sancionar y vamos a hacer que limpien el desastre que están haciendo, y de las multas que por cierto es una cantidad significativa”, comentó Castaneda.
El caso más reciente es en río Tres Ceibas, en Santa Ana, donde ASA llegó en menos de 24 horas desde que se hizo pública la denuncia. La contaminación de esta corriente de agua continua se debe a una planta de tratamiento y a una finca ganadera, la cual generaba más del 90 % de la contaminación en la zona, los procesos sancionatorios ya empezaron en la zona.
De igual manera, continúan los trabajos de protección y recuperación del ecosistema del lago de Coatepeque, ASA ha realizado más de 800 inspecciones en zonas residenciales y locales comerciales de la zona, también se instalará un sistema novedoso que permitirá, controlar la situación de cianobacterias y cianotoxinas en el lago.
Otras de las acciones que se han implementado para la protección y bienestar de estos recursos son los sistemas de saneamiento familiares, en áreas rurales o urbanas que son precarias, dicho sistema integral permite gestionar todos los residuos, desde el inodoro, transformándolo en gas, generando un biofertilizante que precisamente sirve como abono para las plantas; son inodoros dignos, de cerámica, y estos solo usan entre uno y dos litros de agua, con este tipo de proyectos se han beneficiado a más de 600,000 personas.
Todos estos esfuerzos son para garantizar el derecho humano al agua, generando las condiciones de protección del ecosistema salvadoreño, que permita tener mantos acuíferos libres de contaminación, tal como lo establece la Ley General de Recursos Hídricos.