Técnicos de la unidad del laboratorio de calidad del agua de la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA) desarrollaron, esta semana, el plan de acción inmediata frente a los estragos causados por el enjambre sísmico ocurrido en los últimos días en el municipio de Chirilagua, del departamento de San Miguel, y los municipios de Intipucá y El Carmen, del departamento de La Unión.
Dentro de las acciones realizadas se encuentra la toma de muestras microbiológicas y muestras fisicoquímicos completas en los diferentes pozos que abastecen a la zona, descartando así la existencia de anomalías.
“Esto se hizo para comprobar que la calidad de agua no haya sufrido cambios por una posible actividad volcánica y que esto afecte a la población”, informó Douglas García, jefe de laboratorios de ANDA.
Los expertos, además, desplegaron un monitoreo de los niveles de cloro residual en los reservorios instalados en los albergues, con el objetivo de garantizar que el agua potable que se suministra no tuviera ningún riesgo sanitario por contaminación microbiológica.
Paralelamente, personal del área de operaciones de la región oriental exploró todos los equipos de bombeo de la zona y sus redes de distribución, para comprobar que estuvieran en óptimas condiciones para continuar operando.
Por otra parte, la institución accionó su plan de contingencia y puso a disposición de los diferentes albergues camiones cisternas (pipas), para abastecer a los usuarios que fueron trasladados a los albergues.
Estas labores están enmarcadas en las acciones inmediatas que desarrolla la nueva gestión de ANDA para brindar un servicio eficiente y de calidad a la población salvadoreña.