De las personas aptas para emitir su voto, el 51.9% de la población asistió el domingo a elegir diputados para la Asamblea Legislativa, concejos municipales y diputados al Parlamento Centroamericano (Parlacen).
La magistrada presidenta del Tribunal Supremo Electoral (TSE), Dora Esmeralda Martínez, confirmó que en 2018 la participación de electores fue de 45.73%, en tanto en 2015 hubo una participación del 48.23% de los votantes.
La asistencia a las urnas de estas elecciones solo se compara a las votaciones en las que el actual mandatario, Nayib Bukele, ganó la presidencia del país con una participación del 51.88% de los votantes.
Los datos preliminares del Tribunal Supremo Electoral (TSE) dan fe que cerca de 1.8 millones de salvadoreños acudió ayer a las urnas.
Por su parte, Arnau Baulenas, abogado del Instituto de Derechos Humanos de la UCA (IDHUCA-ESADE) explicó que, aunque la cifra pueda parecer baja, «es una asistencia histórica» si se compara con la participación en las pasadas elecciones legislativas.
“Aunque solo un 51 a 52% de la población que podía votar, votó, que es un número relativamente bajo, en términos generales, si vemos las elecciones en El Salvador, es un número alto”, detalló Baulenas.
Baulenas además consideró que estas elecciones cambiaron una concepción que históricamente se había mantenido entre los electores, que existía una separación de candidatos o partidos de preferencia para gobiernos municipales y para el gobierno central o la Asamblea Legislativa.
“En estas elecciones hubo una ruptura en el concepto práctico de que los gobiernos municipales son distintos al Gobierno central. La marca ‘Nayib’ sigue siendo lo suficientemente fuerte para llegar a las alcaldías”, consideró el analista.
Con estas elecciones, Nuevas Ideas se consolida como la principal fuerza política del país, que tendrá la mayoría dentro del Congreso y liderando los concejos municipales a escala nacional.
Pudo haber ido el 75% de no haberse dado tanto chanchuyo, demoras y retanción de documentos
El gobierno no produce ni un dolar partido por la mitad, pero maneja cientos de millones que enloquecen, embrutecen, enaltecen y al haber miles formas de robar, se apropian en seis meses lo que trabajando arduamente día a día lo harían en 20 años.