Sexo, drogas y drama. Verónica Castro, la mujer alejada de los escándalos y alineada a un estilo “blanco” en lo que refiere a las historias que cuenta cuando actúa, pegó el volantazo. Y muchos conservadores salieron a increparla.
La reina de la telenovela se cansó de ese género y dijo chau a ese formato. Y cientos de sus fans mexicanos (y del resto de Latinoamérica) reaccionaron enojados. “Deja lo que toda la vida le dio de comer”, despotrican en redes.
El que no se adapta, no sobrevive. Al menos en materia televisiva. Y como cientos de espectadores se vuelcan a las plataformas televisivas digitales y a formatos lejanos al culebrón, “Vero” decidió dejar a sus sufridas heroínas de la TV tradicional
La madre de Cristian le dice adiós a los papeles dulces y a los personajes rosa. Protagonizará una serie de Netflix que se estrenará en agosto. La historia promete acción,escenas jugadas y transgresión.
“Ofrezco disculpas a la gente que me conoce. No van a encontrar a Mariana ni a Rosa. Olvídense de eso. Ya pasó”, advirtió, según cita el diario mexicanoEl Universal.
La casa de las floresserá una ficción en la que Castro enfrenta el engaño de su marido, quien de un día para otro aparece en la casa con la hija de su amante.
“Es un shock”, reconoció Castro. “No sé si va a gustar tanto este personaje. Nunca me imaginé hacer lo que estoy haciendo. Aquí soy lo contrario a lo que han visto. Siento que me quedé como viejita. Este equipo de gente joven, trabajadora, me han metido otro chip. Como diciendo: ponte el de 2018, porque venías con el del año 2000. Entonces, por el momento, pido perdón a mis viejos y a mis viejas”, se animó Castro, de 65 años.
