En la era de los efectos computarizados y grandes franquicias cinematográficas, el cine tradicional ha comenzado a ser vocal sobre su desmarque del Hollywood comercial. Ciertos cineastas han externado su posicionamiento en contra del cine de superhéroes, provocando aquí cierta polémica, que incluye también al bando opuesto de los directores “serie a”, quienes entre otras cosas aseguran que fue este género el responsable de la supervivencia de la industria — concretamente, Spider-Man: Sin Camino A Casa.
Existe cierta categoría de directores más allá del bien y del mal, que de cierta forma conforman los cimientos de la industria del cine tal y como la conocemos hoy. En el caso de Steven Spielberg, también hablamos de alguien que sigue vigente y al frente de una escuela cinematográfica —por mucho que esta se encuentre dentro de las fronteras del cine hollywoodense.
Desde el lado opuesto del sistema, tenemos a otro emblema en la cinematografía internacional. George Lucas, posee quizá el más grande logro creativo en materia de cultura geek, pues su universo es el que cuenta con más penetración en el mercado, narrativa y económicamente.
La amistad entre ambos personajes se ha extendido por décadas y juntos colaboraron en la realización de la saga Indiana Jones. Pese a la exitosa sociedad laboral y una relación personal, lo cierto es que los estilos creativos de ambos se han diferenciado en sobremanera.
Lucas (THX 1138 , Locura de Verano , Star Wars: Episodio IV – Una Nueva Esperanza) se ha ganado un nombre en el medio creando universos de ficción especulativa y fantasía donde la cinematografía se encuentra al servicio de la cultura popular. A la par, estas narrativas poseen subtextos con una fuerte carga social, relacionadas directamente a temáticas anticolonialista o antisistema. El legado que su franquicia Star Wars deja a la industria es la escuela de efectos especiales que implementó en las tres primeras cintas de la saga.
Por su parte, Spielberg (Tiburón, Parque Jurásico , La Lista de Schindler) es el artífice de algunas de las películas más emblemáticas del cine hollywoodense. Para muchos críticos, la obra del director es responsable de influenciar a más de una generación de jóvenes directores. Mientras su afinidad con la fantasía y las aventuras se destacó por efectos prácticos e imágenes más representativas en el cine de los ochenta, su cine tardío se ha enfocado en la condición humana en facetas más íntimas.
Una diferencia notoria entre la visión de estos directores y en la forma de aproximarse a sus propias obras, es la clara posición de Spielberg sobre el uso de la remasterización en el cine. al respecto de estos paralelismos y discrepancias, el director de Encuentros Cercanos del Tercer Tipo – 96% declaró para Entertainment Weekly:
«George sigue su libro de jugadas y yo el mío. … Mi filosofía ahora es que cada película es una señal de su tiempo, y debería representar eso. No deberíamos regresar y cambiar la separación del Mar Rojo en Los Diez Mandamientos de Cecil B. DeMille solo porque con las herramientas digitales ahora podemos hacer que sea aún más espectacular de lo que era».
El director de E.T., El Extraterrestre incluso ha externado su arrepentimiento respecto a los retoques visuales y cambios de guion realizados a esta cinta para su relanzamiento remasterizado en 2012.
Mientras George Lucas ha limitado su incursión en proyectos cinematográficos durante la última década, Steven Spielberg continúa a cargo de grandes proyectos. Después del éxito obtenido con el remake de la cinta Amor sin barreras (elogiada por los aspectos de alta calidad técnicos en su filmación ) prepara un nuevo filme semibiográfico y en cierta medida metaficcional respecto a la misma cinematografía, The Fabelmans. Y no puede dudarse que cualquier propuesta que venga acompañada con la firma de este director crea una gran expectación a su alrededor.
Sin duda estos dos cineastas cuentan con un lugar asegurado en la historia del cine moderno, a la par que sus maneras de interpretar el cine continuarán influenciando a nuevas y visionarias apuestas.
