En sus años dorados, el star-system estaba manejado por unos estudios que mantenían los trapos sucios de sus estrellas bajo llave. De vez en cuando se escapaba alguno pero hacían todo lo posible por esconder los escándalos que podían darles “una mala reputación” (incluso tendencias sexuales). Hollywood siempre ha vivido de la ilusión del glamur y los escándalos mundanos no tenían cabida en ese mundo de brillos, galas y aparente perfección heterosexual.
Pero entonces llego el siglo XXI con su inmediatez informativa, la viralidad de las redes y un público que convierte su opinión en firmes tendencias. Y en este nuevo panorama emergió una cultura de la cancelación de mano dura, el rechazo rotundo a los abusadores tras el movimiento #MeToo y la debacle profesional de Johnny Depp.
Sin embargo, el escándalo que rodea al actor tiene dos protagonistas: él y su ex, Amber Heard. Ambos se acusan mutuamente de maltratos físicos. Cada uno tiene una versión dispar de los hechos que los auto señala como víctimas, y aun así, Depp es el único que está pagando con su carrera. ¿A qué se debe esta diferencia?
Johnny Depp fue de los actores más aclamados de la industria, de los mejor pagados y con una legión de fans que se extiende a lo largo del mundo entero. Y cuando su exesposa lo acusó de supuestos maltratos durante la demanda de divorcio en 2016, la industria se mantuvo al margen dándole una entrega más de Piratas del Caribe, participó en Asesinato en el Orient Express y casi se roba todo el protagonismo en Animales Fantásticos: los crímenes de Grindelwald. Y es que, al momento de rodarlas, todavía no se había destapado el escándalo de Harvey Weinstein y el cambio consecuente de intolerancia social hacia cualquier personaje acusado de abusos.
Pero todo cambió en noviembre de 2020 cuando un juez británico dio la razón al periódico The Sun cuando utilizó la descripción “golpeador de mujeres” para referirse a Johnny Depp en un artículo. El juez señaló que 12 de las 14 situaciones de violencia descritas por Amber Heard que apoyaban dicha referencia eran “sustancialmente verdaderas”, y a continuación Warner Bros. pidió al actor que renunciara a la secuela de Animales Fantásticos que ya estaban rodando.
Él sigue negando haber maltratado a Amber y mantiene desde un principio que era ella la abusadora en la relación. Es más, Johnny aseguró previamente que se trata de una campaña orquestada por ella para darse buena publicidad como estrella de Aquaman. Además de la demanda perdida en Reino Unido -que el actor apeló recientemente pero fue rechazado- Johnny también demandó a su ex por difamación en Virginia a raíz de una pieza editorial que Amber publicó en The Washington Post en 2018. En el artículo, la actriz escribe de su experiencia como superviviente de una relación abusiva sin nombrar a Depp, pero con suficientes coincidencias como para relacionarlo. El actor pide $50 millones en su demanda pero, debido a la pandemia, el juicio se ha pospuesto hasta abril de 2022.
Cualquiera que haya seguido el primer juicio entre octubre y noviembre pasados recordará los titulares que rellenaron las redes. Testimonios y vídeos que aseguraban que Amber Heard no mostraba lesiones tras sentenciar que había sufrido maltratos previamente; testigos que dijeron haber presenciado abusos verbales de la actriz hacia él y grabaciones de audio donde Heard supuestamente admitía haber golpeado a Depp. El alcohol y las drogas salieron a la palestra en varias ocasiones del juicio, sobre todo a la hora de acusar a Johnny Depp de presuntamente actuar de manera violenta y olvidarlo más tarde. También se presentaron mensajes, vídeos y
testigos en su contra.
El veredicto del juez Mr. Justice Nicol aceptó 12 de los 14 incidentes descritos por la editorial responsable de The Sun, NGN, que probarían los supuestos abusos de Depp contra Amber. Desestimó que fuera una campaña inventada en su contra y aceptó que contar su historia había sido dañino para la carrera y activismo de Amber Heard. En cuestión de horas, Depp anunciaba su renuncia a la saga de Animales Fantásticos en Instagram, pero repitiendo su inocencia y su deseo por demostrarla, y en los últimos meses no ha tenido proyectos nuevos en marcha. Es más, se llegó a rumorear que estaría buscando producciones menores o en el cine independiente.
Los fans se volcaron enseguida a defenderlo, pidiendo el boicot a la próxima entrega de la saga precuela de Harry Potter -que lo reemplazó con Mads Mikkelsen- y firmando peticiones para que Warner Bros. despidiera a Amber de Aquaman 2. Una de ellas suma 1.8 millones de firmas.
La campaña contra Amber Heard se hizo viral hasta el punto que surgieron rumores de despedido en varias ocasiones. La actriz interpretó a Mera en la primera película de 2018 y siempre tuvo previsto volver a la segunda. Sin embargo, muchos se preguntan por qué Johnny Depp está viviendo la cancelación rotunda y Amber Heard sigue con proyectos, cuando también se la acusó de maltrato. Hay quienes creen que la situación no los corta con la misma tijera, desterrando a Johnny que asegura ser víctima y manteniendo a Heard entre proyectos hollywoodenses, como la serie The Stand y Aquaman 2, cuando también hay acusaciones en su contra.
Por un lado podría elucubrar que Johnny habría sufrido las consecuencias del escándalo de Harvey Weinstein. Los esfuerzos del movimiento #MeToo por destapar a los abusadores de la industria ha llevado a que muchos hombres acusados no tengan el beneficio de la duda, cayendo en el destierro absoluto. Sin ir más lejos, en las últimas semanas ocurrió con Joss Whedon y Armie Hammer. No hay sentencias judiciales ni investigaciones que hayan llegado a una conclusión todavía, pero el testimonio de las víctimas de los supuestos abusos de poder de uno y maltratos extremos del otro los han sepultado como personajes de Hollywood.
Sin embargo, en este caso existe una realidad mayor que explicaría la diferencia profesional que existe entre Johnny Depp y Amber Heard: sobre él ya pesa una decisión judicial. Le guste a sus fans o no, el juez británico permitió en su sentencia que un periódico se refiriera a él como “maltratador de mujeres”. En el caso de Amber no hay sentencia. La demanda se centraba en intentar quitar la etiqueta sobre Depp, y aunque se presentaron testimonios en contra de Amber tachándola de maltratadora, la intención del juicio no era demostrar que Amber lo era.
Existen rumores que apuntan a que Warner Bros. estaría barajando quitarle escenas a la actriz en Aquaman 2 en un intento de protegerse de un escándalo futuro (vía WeGotThisCovered). Después de todo, el siguiente juicio se celebrará en abril de 2022 y la película se estrenaría en diciembre del mismo año. Si Amber sale salpicada del juicio, la polémica también rebotaría en la película.
En dicho juicio, volverán a intentar demostrar cuál fue el maltratador de los dos dado que en la demanda, Depp directamente la acusa a ella de ser la autora de los abusos.