El actor estadounidense Johnny Depp, quien visitó este miércoles el Festival Internacional de San Sebastián (España) para recibir el Premio Donostia por su aporte al cine, lamentó durante una rueda de prensa que hoy día cualquier persona puede convertirse en víctima de la llamada cultura de la cancelación.
El artista criticó «esa cultura de la cancelación o esa prisa instantánea en un juicio basado esencialmente en lo que equivale al aire contaminado que se exhala» y aseguró que «nadie está a salvo mientras alguien esté dispuesto a decir una frase; tan solo requiere de una frase», cita sus palabras la revista Variety.
«Esto no solo me pasó a mí, sino a mucha gente. Este tipo de cosas les pasó a mujeres, hombres y niños que sufrieron varios tipos de cosas desagradables y, lamentablemente, en cierto punto comenzaron a pensar que eso era normal», continuó la estrella de Hollywood.
«Creo que, si estás armado con la verdad, es todo lo que necesitas. No importa si un juicio está basado en cierta ficción artística. Cuando hay una injusticia, ya sea contra ti o alguien a quien amas, o alguien en quien crees, plántate, no te quedes callado. Porque esa persona te necesita», concluyó.
Depp y su ex mujer, la actriz Amber Heard, se encuentran actualmente en un complejo proceso legal en el que el actor está acusado de violencia doméstica ante los juzgados. Aunque no hay sentencia todavía sobre la causa, Depp sí perdió en 2020 en los tribunales contra el diario The Sun por llamarle “wife beater” (en español, alguien que pega a su esposa) al dictaminarse que, doce de los catorce presuntos incidentes de violencia doméstica ya se habían demostrado ciertos.
“Yo me siento seguro. Es importante cuando te enfrentas a algo tan salvaje, que te golpea desde muchos ángulos. Primero piensas: ‘¿qué?’ Ahora, con estos movimientos que han aparecido, algunos con la mejor de las intenciones, todo se les ha ido de las manos. Os prometo que ahora nadie está a salvo. Nadie. Nadie dentro ni fuera de esta sala. En cuanto alguien diga una frase, la suerte está echada”.
“Creo que nadie está a salvo pero si estás armado con la verdad es todo lo que necesitas. No hace falta un juicio per se”, comenta por si alguien había entendido su punto de vista sobre el asunto. “Cuando hay una injusticia, hacia ti o hacia alguien que amas, levántate, no te quedes sentado, porque te necesita”.
Pero hagamos caso al festival y a los defensores de la obra sobre el artista (salvo cuando hablan de las acusaciones a las que también se enfrenta Heard). Dejemos que Depp, tres veces nominado al Oscar y tremendamente enraizado en el imaginario colectivo como pilar de la industria en los últimos treinta años, repase su oficio y logros.
“Siempre tiene que ver con el instinto y la intuición, con un sentimiento inicial”, destaca cuando se le pregunta qué tiene que ver en un personaje para aceptar un papel. “Tiene que haber chispa en el guion al leerlo la primera vez. Si puedo leer diez o quince páginas, ahí está. Si no, se va como el viento”.
El poliédrico intérprete debatió un largo rato sobre la evolución de la industria. “Hollywood ya no es lo que era, aunque intenta aparentarlo. El sistema de estudios de Hollywood y el desastre y el caos por la distribución y exhibición en streaming…”, comenta. “Hollywood a subestimado al público de manera grotesca. La pandemia ha puesto a la gente en sus casas con sus familia por un largo periodo de tiempo con una televisión en la que podían ver las películas que quisiesen”, sentencia soltando el ancla en alta mar y rezando por algo de viento a favor.
Y como si el mismísimo fuego de San Telmo llegase al rescate, le preguntaron por su (ya improbable) regreso a ‘Piratas del Caribe’ y, como si del mismísimo Jack Sparrow se tratase, lo que ofreció después fue una respuesta digna de las plumas de Trey Parker y Matt Stone:
“Este es el lado positivo de haber dado vida a este tipo de personajes, como el capital Jack, y estos personajes que he tenido la suerte de interpretar. La belleza del capital Jack es que puedo viajar con el en una caja, literalmente, y cuando la oportunidad es la idónea visito a gente en lugares y lo utilizo. Sigo viajando con él y cuando se da la oportunidad aparece, puede ser en la fiesta de cumpleaños de tus hijos. A veces hay proposiciones duras, como niños en hospitales que están luchando y, durante siete u ocho minutos sonríen y que los padres, que están muriendo al lado por sus hijos, ven a sus hijos sonreír por unos segundos. Para mí, eso es de lo que va el capital Jack Sparrow. Creo que hay gente que pilla de qué va y puedo interpretarlo yo solo”.
“Nunca va abandonarme y siempre va a estar listo para decir tonterías que hagan reír a la gente”, dice antes de imitar a la versión más sedienta del personaje un tipo que, finalmente, ha decidido devorarse a sí mismo.
“Cuando era niño, el cine mudo era muy importante para mí”, subraya en un epílogo en el que, por fin, vemos al hombre estrella tras el telón. “En la tele ponían muchas películas de Chaplin, Keaton, Lon Chaney y películas de terror. Siempre he sido muy fan del terror, es una de las cosas con las que conecté con Tim Burton cuando nos conocimos. En el terror puedes esconderse tras el maquillaje, tras la máscara, de lo grave y de ti mismo. El maquillaje cambia cómo eres y me lleva lejos de mi nombre. Me siento más cómodo tras el maquillaje que siendo yo mismo. Es raro. Cuando te sientes más cómodo como un personaje delante de la cámara que viajando en tren es que algo va mal”.