El cantante Joaquín Sabina fue operado de urgencia este jueves luego de que se desplomara el miércoles durante un concierto que estaba dando junto a Joan Manuel Serrat en el Wizink Center de Madrid. Desde su entorno, informaron que fue intervenido debido a un hematoma intracraneal y un derrame cerebral provocado por un fuerte golpe que sufrió en la cabeza.
A la espera de un comunicado oficial del hospital, su portavoz le dijo a la agencia EFE que su estado “no era grave”, que todo ha salido “muy bien” y que el cantante, que ha tenido que ser operado “por un pequeño coágulo”, permanecerá 48 horas en observación.
El artista, que este miércoles cumplió 71 años, se cayó unos dos metros en el espacio que queda entre el escenario y el público. El incidente ocurrió alrededor de las 21:15, hora local.
Según confirmó la promotora del evento, no fue un desmayo, sino una caída a causa de un foco que lo habría deslumbrado, lo que ha llevado al artista al suelo cuando el espectáculo apenas llevaba media hora de recorrido.
Sabina, que fue llevado en camilla fuera del escenario, sufrió un fuerte golpe en el hombro y, tras ser revisado por los médicos del recinto, salió de vuelta para despedirse del público y pedir disculpas por la cancelación.
En una silla de ruedas empujado por Serrat se disculpó y explicó que el concierto sería cancelado. Y tuvo ánimo para bromear: “Estas cosas me pasan sólo en Madrid, lo siento muchísimo, me he dado un golpe muy fuerte en el hombro”.
“No tiren las entradas los que quieran venir en mayo, estamos confirmando el día 22 de mayo”, agregó el músico tratando de compensar a su audiencia, que al igual que en las fechas anteriores colmaba el recinto.
Los organizadores del recital confirmaron a medios españoles que el cantante no perdió el conocimiento y que en todo momento habló con el personal de emergencias que lo retiró en camilla. Antes de su reaparición, la organización había apagado las luces y anunciado por altavoz que el recital quedaba suspendido.
La caída ocurrió entre canción y canción, después de que Serrat cantase “Mis amigos” y ofreciese un discurso sobre la amistad. Después, Sabina salió y, mientras hablaba y caminaba por el escenario, se cayó.
El recital del miércoles fue parte de la gira “No hay dos sin tres”, la tercera que hacen juntos ambos artistas y amigos desde hace décadas.
No es la primera vez que el intérprete jienense sufre un percance en el WiZink Center que lo obliga a suspender un concierto. Sucedió en el 2014 a pocas canciones del final, cuando, según él, sufrió fuertes dolores de estómago, aunque en un primer momento había afirmado que había sufrido una crisis de pánico escénico.
Volvió a suceder en 2018, dentro de la gira de “Lo niego todo” a la hora y media de actuación por “una disfonía aguda consecuencia de un proceso vírico” que lo dejó “mudo” y obligó a cancelar los cuatro conciertos restantes de la gira. La endeble salud de hierro de Sabina ha sido noticia en muchas más ocasiones, especialmente cuando fue víctima de un derrame cerebral en 2001 del que se recuperó.
Pancho Varona, amigo y guitarrista de Sabina, manifestó sus sensaciones en diálogo con TVE: “Era una noche muy feliz, todo estaba perfecto, el sonido era muy bueno. Las cuatro primeras canciones eran fantásticas, los dos artistas estaban enchufadísimos y se presagiaba una noche maravillosa. Día de cumpleaños de Joaquín. Le íbamos a cantar el cumpleaños feliz pero todo eso se truncó. (…) Nos quedamos todos con una cara… ya sabes”, comentó.