Conforme a su voluntad, el astro de la alta costura Karl Lagerfeld, quien murió el martes a los 85 años, fue incinerado el viernes en Francia, indicó la revista especializada Closer en su sitio web.
La cremación del cuerpo del modisto tuvo lugar en Nanterre, cerca de París. Según la publicación, estuvieron presentes Virginie Viard, quien lo substituyó como directora de creación de las colecciones de Chanel; el CEO de Louis Vuitton, Bernard Arnault, y la princesa Carolina de Mónaco.
Un vocero de la marca Lagerfeld había indicado el miércoles a la AFP que su deseo de ser incinerado “sería respetado”.
El “káiser“, que había afirmado con humor que no deseaba ser enterrando porque consideraba “horrible cargar a la gente con sus restos“, mencionó muchas veces la voluntad de ser incinerado.
De acuerdo a la voluntad que dejó, una parte de sus cenizas serán mezcladas con las de Jacques de Bascher, que fue su gran amor y murió de sida en 1989. La otra mitad de las cenizas serán entregadas a la familia de Bascher.
