Antes de convertirse en uno de los actores más famosos de Hollywood, Harrison Ford, ahora de 82 años, tuvo una serie de empleos peculiares que, curiosamente, lo condujeron a su gran oportunidad en el cine.
En una reciente entrevista en Jimmy Kimmel Live!, Ford compartió una divertida anécdota sobre su breve y accidentada carrera como cocinero, un trabajo que rápidamente lo llevó a la sala de emergencias… Y luego al desempleo.
Durante su aparición en el programa el pasado 8 de octubre, Ford recordó que, en su juventud, fue contratado en la cocina de un hospital aunque en realidad no tenía ninguna experiencia previa en dicho oficio.
“Mi primer trabajo fue cocinar en un hospital. No sé qué les dije, pero me dieron un cuchillo y un montón de zanahorias, y me corté una parte del dedo en cuestión de minutos”, contó el actor mientras mostraba su dedo índice izquierdo.
“Pero el departamento de ‘coser tu dedo de vuelta’ estaba justo en el pasillo, y después de eso me despidieron por mentir”, bromeó el actor, provocando las carcajadas del público y del presentador, Jimmy Kimmel
Además de su breve paso por el centro de salud, Ford recordó otro de sus empleos culinarios improvisados. “Trabajaba en un yate que pertenecía al presidente de un banco, el más joven de Chicago en ese momento. Era un buen tipo, pero no sabía mucho sobre la cocina”, explicó Ford.
“Solo tenía que comprar carne realmente cara porque él era heredero de la fábrica de carne Swift. Así que cualquiera podía hacer eso, solo era cuestión de poner la carne en la parrilla”, explicó.
La carpintería de Ford
La anécdota de Ford como chef es solo una de las muchas historias que conforman su fascinante trayecto hacia la fama. Aunque hoy es conocido por sus papeles icónicos en las sagas de Star Wars e Indiana Jones, Harrison luchó por muchos años antes de conseguir su gran oportunidad en Hollywood.
Después de varios roles menores que no lograron catapultar su carrera, Ford tomó una decisión que cambiaría su vida: aprender carpintería para mantener a su familia mientras seguía buscando oportunidades en el cine.
“Alimenté a mi familia a través de la carpintería y comencé a elegir con más cuidado los roles que me ofrecían”, recordó Ford en una entrevista pasada. “Nunca renuncié a mi ambición de ser actor. Estaba frustrado, pero nunca derrotado por esa frustración”.
Su habilidad con la madera le permitió acceder a una serie de empleos en Hollywood, incluyendo la construcción de puertas para importantes figuras del cine. Uno de esos trabajos, irónicamente, lo llevó directamente a su audición para Star Wars.
En 1976, mientras George Lucas realizaba pruebas para su nueva película de ciencia ficción, Ford fue contratado por el productor Fred Roos para construir una puerta en la oficina donde se realizaban los castings.
Lucas no tenía planes de contratar a actores de su anterior película American Graffiti, en la que Ford había aparecido, pero el encuentro “predestinado” entre ambos cambió el rumbo de la historia. Así fue como Harrison Ford consiguió el papel de Han Solo, un personaje que interpretaría durante más de cuatro décadas.
A sus 82 años, Harrison Ford sigue siendo un actor muy solicitado, y en 2024 regresa a la televisión con la segunda temporada de la serie Terapia sin filtro (Shrinking), en la que comparte protagonismo con Jason Segel y Jessica Williams.
En esta comedia dramática, creada por Bill Lawrence (responsable de éxitos como Ted Lasso), Ford interpreta al Dr. Paul Rhoades, un terapeuta que lucha por aceptar su diagnóstico de Parkinson mientras guía a su colega Jimmy (Segel), un viudo que decide romper las reglas y ser brutalmente honesto con sus pacientes.
La primera temporada de Shrinking exploró la relación entre Jimmy y su hija, así como su vínculo con sus colegas y pacientes. En la segunda temporada, que se estrena el 16 de octubre de 2024 por Apple TV+, la serie profundizará en las luchas personales de los personajes, incluyendo la relación de Paul con su neuróloga, interpretada por Wendie Malick.