El juicio penal de Alec Baldwin seguirá adelante en julio, según ha dictaminado un juez.
La jueza Mary Marlowe Sommer confirmó este viernes por tercera vez en cinco semanas la acusación de homicidio involuntario contra el actor de 66 años, a pesar de que sus abogados pidieron que se desestimara el caso tras argumentar que se había violado el «debido proceso» porque el arma que disparó mortalmente a la directora de fotografía, Halyna Hutchins, en el set de ‘Rust’, en octubre de 2021, había sido destruida cuando los agentes del gobierno la probaron, lo que significaba que la defensa no podía llevar a cabo su propio proceso de prueba.
La juez escuchó testimonios y argumentos sobre la moción los días 21 y 24 de junio antes de dictar sentencia.
Escribió: «El Tribunal considera y concluye que el acusado no ha demostrado que el Estado actuara de mala fe al destruir ciertos componentes internos del arma de fuego en el curso de la prueba de descarga accidental. En otras palabras, las pruebas de que dispone el Tribunal no demuestran que el Estado o sus agentes supieran que el arma de fuego inalterada poseía valor exculpatorio en el momento de la prueba de descarga accidental y, no obstante, la destruyeron, lo que indica que las pruebas podrían haber exonerado al acusado».
Pero la juez señaló que los fiscales deben «revelar plenamente la naturaleza destructiva de la prueba del arma de fuego, la pérdida resultante y su relevancia e importancia para el jurado.»
Y añadió: «El Estado debe interrogar a los testigos apropiados para lograr esta revelación. Además, el acusado sigue teniendo derecho a contrainterrogar a los testigos del Estado, para lograr aún más este remedio».
Alec sostenía la pistola cuando se disparó, pero ha insistido en que no apretó el gatillo y que no sabía por qué contenía munición real, lo que ha llevado a los fiscales a ordenar pruebas forenses del arma.
Los abogados de la estrella de ‘Boss Baby’ escribieron en su moción: «Los agentes del Gobierno sabían que el arma de fuego no sobreviviría intacta a sus torpes ‘pruebas’. Lo dijeron explícitamente en correos electrónicos. Pero ante la insistencia de unos fiscales deseosos de demostrar la culpabilidad de una celebridad, siguieron adelante sin preservar el estado original del arma de fuego mediante fotografías, video u otros medios; sin informar a Baldwin o a su abogado de que estaban realizando pruebas destructivas; y sin ninguna perspectiva realista de que el apaleamiento del arma revelara si Baldwin había apretado el gatillo el día del accidente. La destrucción de pruebas potencialmente exculpatorias viola el debido proceso».
Pero la fiscalía insistió en que no se habían violado las garantías procesales y que los investigadores habían «documentado cuidadosamente» el estado del arma antes de realizar las pruebas.