Britney Spears ha arremetido contra su antigua rival Christina Aguilera por decidir unirse a su exnovio Justin Timberlake para realizar una gira juntos, un año después de que ella hubiera protagonizado una amarga ruptura con el cantante que la dejó como la mala de la película a ojos del mundo entero.
La cantante de ‘Toxic’ mantuvo una de las relaciones sentimentales más mediáticas que se recuerdan con la estrella de *NSYNC entre 1999 y 2002, y en 2003 Christina y él salieron a la carretera con el proyecto ‘The Justified and Stripped Tour’, que promocionaron además posando para una lasciva portada de Rolling Stone.
En sus memorias ‘The Woman in Me’, Britney recuerda cómo se sintió al ver a su ex, con una camiseta de tirantes negra, mirando a Christina con ojos sensuales en la popular revista.
«En aquel reportaje, ella decía que pensaba que Justin y yo deberíamos volver a estar juntos, lo cual resultaba muy confuso, dado lo negativa que había sido en otros sitios. Incluso si no estaban tratando de ser crueles, sentí como si estuvieran echando sal en la herida», asegura. «¿Por qué era tan fácil para todo el mundo olvidar que yo era un ser humano, lo suficientemente vulnerable como para que esos titulares me dejaran moratones?».
Para ser exactos, Christina declaró a Rolling Stone en 2003 que, a pesar de que Britney y Justin habían terminado su relación un año antes, tenía la «sensación de que iba a haber una reconciliación».
Britney, Justin y Christina se conocieron de niños el programa de The Disney Channel ‘Mickey Mouse Club’, donde trabajaron de 1993 a 1994 y donde las dos artistas compartían camerino. Los tres acabaron dedicándose al mundo de la música y realizando puntuales incursiones en el cine, y aunque fue Britney quien se ganó el título de princesa del pop, a menudo envidiaba a Christina por la libertad de la que gozaba tras haberse convertido oficialmente en una rebelde tras estrenar su sencillo ‘Dirrty’.
Aquel sentimiento se acrecentó aun más cuando le impusieron una tutela legal en 2008 que capitaneó la mayor parte del tiempo su padre y que la impedía socializar con otras celebridades: «(Christina) parecía ser un auténtico desastre. Hubiera estado bien tomar algo con ella, ponerme rebelde, salir del buen camino, divertirme», reconoce en su autobiografía.
