Aitana y Miguel Bernardeau habrían roto su noviazgo tras cuatro años de relación. La pareja, una de las más queridas del panorama nacional, parece que ha puesto punto y final a su romance. Una triste noticia que llega en plena promoción deLa Última, la serie que coprotagonizan juntos y que habría pasado más factura de la cuenta a su relación. Una ruptura que revelaba la revista Lecturas, aportando imágenes en las que se podía ver cómo el actor ya ha recogido sus cosas de casa de la cantante, donde la pareja ha estado viviendo hasta hace pocos días.
Como era de esperar, ante falta de confirmación oficial por parte de alguno de ellos y dado el revuelo causado con la noticia, la aparición de Aitana en uno de sus compromisos profesionales se convertía en el centro del foco mediático.
La cantante atendía el miércoles por la noche uno de sus compromisos profesionales y reaparecía en una cena navideña organizada por Yves Saint Laurent Beauté, firma de la que es embajadora. Muy nerviosa, la cantante solo ha querido lanzar un mensaje a la prensa asistente al evento: «Por favor, os pido que no me persigáis», suplicaba.
Unas palabras con las que no ha confirmado ni ha despejado duda alguna sobre la veracidad de la noticia lanzada por Lecturas, pero que sí ha dejado clara una cosa: ante su inseguridad y visibles nervios, la cantante ha querido dejar clara su profesionalidad por encima de todo, cumpliendo con sus compromisos apenas unas horas después de haberse lanzado la inesperada noticia.
Un nerviosismo que no pasaba desapercibido para sus seguidores, que no dejaron de comentar en redes sociales lo incómoda que veían a la artista, que nunca ha querido revelar ni un solo detalle de su vida privada. Más preocupados cuando la joven insistía: «Os lo suplico, no me grabéis en casa porque esta empezando a venir mucha gente a las tres de la mañana, hombres. Yo estoy sola, lo paso muy mal, tengo mucho miedo»; y trataba de hacer desistir -sin éxito- la insistencia de los reporteros allí congregados: «Entiendo vuestra profesión y las preguntas, pero yo no voy a hablar de esto. No quiero confirmar, ni desmentir nada»
Una experiencia algo tensa y que dejó bastante que desear visto el comportamiento de algunos de los miembros de la prensa, que insistieron por activa y por pasiva que la artista confirmase la noticia sobre su vida privada de una vez por todas.
Una reaparición muy esperada, pero en la que la cantante quiso limitarse a exponerse como imagen de la firma de la que es embajadora, y nada más. Hasta el evento llegó con un impresionante vestido de estilo lencero con transparencias que abrazaba sus curvas y le sentaba como un guante, que la artista completó con su pelo -más corto y negro- peinado en media melena y semirrecogido.
Tras este evento, la artista se prepara para el final de su gira 11 Razones, cuyo último concierto se celebrará el 20 de diciembre en el Wizink Center de Madrid.
