El Gobernador de California, en Estados Unidos, Gavin Newsom, decretó el estado de emergencia en el condado Mariposa ante un incendio forestal de rápida expansión cerca del Parque Nacional Yosemite. La deflagración, que se ha convertido en una de las más grandes en el estado este año, forzó a la evacuación de miles de personas e interrumpió el servicio de energía eléctrica para al menos 2.000 hogares y negocios.
Más de 400 bomberos luchan contra las llamas cerca del Parque Nacional Yosemite, en el occidente de Estados Unidos, en medio de las difíciles condiciones de clima cálido y vegetación completamente seca.
El gobernador de California, Gavin Newsom, decretó el estado de emergencia para el condado de Mariposa donde se originaron las llamas.
El denominado Oak Fire, que comenzó el viernes 22 de julio al suroeste del parque, cerca de la ciudad de Midpines, creció al menos 48 kilómetros cuadrados. Se ha convertido en uno de los incendios más grandes en el estado en lo corrido de este año, según informó el Departamento de Silvicultura y Protección contra Incendios de California.
Además, ha quemado al menos 4.800 hectáreas de bosque. Esta es la segunda deflagración forestal cerca de Yosemite este año, una de las reservas naturales más conocidas del país, tras la declarada a principios de este mes de julio.
“El comportamiento de los incendios explosivos es un desafío para los bomberos”, aseguró el Departamento de Bomberos de California, en un comunicado, en el que también describió la actividad del fuego como “extrema con corridas frecuentes, incendios puntuales e incendios grupales”.
Las llamas han destruido varias estructuras residenciales y comerciales y amenaza a alrededor de 2.000 estructuras más, de acuerdo con las autoridades locales.
“El fuego se está moviendo rápidamente. Este fuego estaba arrojando brasas frente a sí mismo por hasta 2 millas (…) Estas son condiciones de incendio excepcionales”, señaló Daniel Patterson, portavoz del Bosque Nacional Sierra.
Las llamas han destruido varias estructuras residenciales y comerciales y amenaza a alrededor de 2.000 estructuras más, de acuerdo con las autoridades locales.
“El fuego se está moviendo rápidamente. Este fuego estaba arrojando brasas frente a sí mismo por hasta 2 millas (…) Estas son condiciones de incendio excepcionales”, señaló Daniel Patterson, portavoz del Bosque Nacional Sierra.
El incendio provocó numerosos cierres de carreteras, incluida la clausura de la autopista 140 entre Carstens Road y Allred Road, lo que bloqueó una de las rutas principales hacia Yosemite.
Las causas del fuego aún se encuentran bajo investigación.
Miles de personas obligadas a abandonar sus hogares
Ante la intensidad y velocidad de las llamas, las autoridades locales emitieron órdenes de evacuación para miles de residentes.
La medida entró en vigor el sábado 23 de julio para más de 6.000 personas que viven en un tramo de varias millas en el área rural escasamente poblada, subrayó Patterson.
Las autoridades habilitaron refugios temporales para acoger a la población en el condado de Mariposa.
A menos de 16 kilómetros al este del Oak Fire, el incendio desatado el pasado 7 de julio y bautizado como Washburn ha afectado a unas 2.000 hectáreas y está controlado en un 79 %, según los últimos datos.
Sin embargo, la situación no estaría próxima a ser controlada. El Servicio Forestal estadounidense consiguió alejar esas llamas, pero el fuego se extendió hacia el este donde se encuentra el Bosque Nacional Sierra.
«Ha ido de mal en peor», indicó la cuenta de Twitter del mapa interactivo del condado.
La emergencia también ha generado el corte del suministro eléctrico. Pacific Gas & Electric, empresa que provee el servicio, informó que más de 2.600 hogares y negocios en el área se habían quedado sin electricidad hasta el viernes por la tarde y no había indicios de cuándo se restablecería. “PG&E no puede acceder al equipo afectado”, señaló.
California ha experimentado incendios forestales cada vez más grandes y mortales en los últimos años. Los expertos explican que el cambio climático ha hecho que el oeste de Estados Unidos se haya tornado mucho más cálido y seco en los últimos 30 años.
Los científicos indican que el clima seguirá siendo más extremo y los incendios forestales aun más frecuentes, destructivos e impredecibles.
El ser humano tiene que pagar carisimo el crimen contra la madre naturaleza