Una nueva variante del COVID-19, identificada como NB.1.8.1, se está propagando desde Asia hacia Estados Unidos, según confirmaron los Centros para el Control y la Prevención de Enfermedades (CDC). Esta cepa, altamente contagiosa, fue inicialmente detectada en viajeros internacionales entre marzo y abril en aeropuertos de California, Washington, Virginia y la ciudad de Nueva York. Posteriormente, se reportaron casos adicionales en Ohio, Rhode Island y Hawái.
Aunque los CDC indican que todavía hay pocos casos confirmados en suelo estadounidense como para estimaciones oficiales, expertos ya advierten sobre su rápida expansión, observada previamente en China y otras zonas de Asia donde NB.1.8.1 se convirtió en la variante dominante este año.
En Hong Kong, las autoridades han reportado un incremento significativo en hospitalizaciones y visitas a salas de emergencia debido a esta nueva variante. Solo en las últimas cuatro semanas, se han registrado al menos 81 casos graves, incluidos 30 fallecimientos, principalmente entre personas mayores de 65 años. En China continental, el porcentaje de pacientes con COVID-19 en hospitales se duplicó, alcanzando más del 6 %, mientras que las visitas a emergencias por el virus pasaron del 7.5 % al 16 % en un mes.
Pese al aumento de hospitalizaciones, científicos como la doctora Amy Edwards, de la Universidad Case Western Reserve, y la profesora Subhash Verma, de la Universidad de Nevada, coinciden en que la variante no parece más severa que las anteriores, aunque sí presenta una mayor capacidad de transmisión.
Además, el doctor Edwin Tsui, director del Centro de Protección de la Salud de Hong Kong, advirtió que NB.1.8.1 podría tener una mayor capacidad para evadir la protección de las vacunas actuales, por lo que las autoridades sanitarias internacionales se mantienen en alerta ante la posible aparición de variantes más virulentas o desajustadas con respecto a las vacunas.
Los síntomas de NB.1.8.1 son similares a los de otras variantes: tos, dolor de garganta, fiebre y fatiga. Las autoridades recomiendan continuar con las medidas preventivas, mantenerse al día con las vacunas y monitorear cualquier síntoma respiratorio.